Alivio para miles de indocumentados

L

a decisión sobre las deportaciones hechas por el presidente Barack Obama es criticable,  ya que sabemos que, como ejecutivo de la Nación, puede hacer más, sin embargo lo que hizo podrá impedir que un indocumentado sea deportado simplemente por pasarse una luz roja o por manejar sin una licencia, o por otro delito menor.

Su orden ejecutiva beneficiará a unos 300 mil indocumentados que, si estaban en proceso de deportación, recibirán una carta en la cual se les avisará que su caso con inmigración ha sido cerrado, significando que no será deportado por el delito del que se le acusa.

Pero para los que se dedican a vender drogas, armas, los que golpean a su esposa o abusan de un menor o de una menor, continúa en pie la misma advertencia: serán detenidos, encarcelados y después deportados, o deportados el mismo día de su veredicto de culpabilidad.

Estados Unidos es un país nuestro, no tenemos que vivir agachados, como pidiendo permiso, perdón o disculpas, que disque porque estamos en un país ajeno, y es que no estamos en un país ajeno, pero cuando se trata de quienes cometen delitos graves, que se les castigue y si tienen que ser deportados debido a sus crímenes, que sean encarcelados o enviados a su pueblo de origen, sea de donde sea.

Como toda Nación, aquí hay leyes que todos tenemos que respetar, todos, desde el gobernador, el alcalde, los alguaciles y otros políticos, que para ellos también se hicieron las cárceles, es el sistema de la democracia en práctica.

El Presidente puede hacer mucho más por los indocumentados, pero no fue poco lo que hizo el jueves de la semana pasada, quitarle lo extremo a una práctica, no agrandar el problema del que cometió una falta que no tiene nivel de crimen, un delito que no tiene que pagarse dejando a unos niños sin papá o sin mamá, o a unos padres sin el apoyo económico de sus hijos.

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