NSN.- En el foro sobre la inmigración de los centroamericanos que pasan por México rumbo a los Estados Unidos, realizado el pasado sábado en Casa Michoacán, de Chicago, el orador principal invitado fue el sacerdote Alejandro Solalinde, quien se ha destacado como la voz que aboga por los inmigrantes y la que denuncia los abusos tanto del gobierno como de los criminales.
Antes de dirigirse a media docena de asistentes a dicha casa ubicada en Pilsen, el sacerdote, con base en Ciudad Ixtepec, estado de Oaxaca, donde dirige el Albergue Hermanos en Camino, habló para Nuevo Siglo.
¿Se ha progresado, de varios años a la fecha, en la solución a la grave situación por la que pasan los inmigrantes indocumentados, especialmente de Centro América?
“Lo lucha siempre trae buenos resultados y tiene avances, tiene muchos obstáculos, pero se puede avanzar. Nosotros hemos estado luchando y lo menos que se puede esperar es un cambio, no los cambios que quisiéramos, de ninguna manera, y no tan rápido como quisiéramos, pero sí hay cambios. La nueva ley de inmigración, con los nuevos reglamentos, y hemos estado observando más de cerca para que no se cometan atropellos contra los derechos humanos. Eso es lo que hemos estado haciendo.
¿Cual es más de la ayuda que se presta a estos inmigrantes, la del gobierno o la de la Iglesia Católica?
“La del gobierno ha sido nula. ¿Cuál ayuda del gobernó? La única que existe es la de la Iglesia Católica, no existe una ayuda del gobierno. Quisiera que Usted me dijera cuál. Sí, tenemos una ayuda como la que recibimos de Michoacán, pero no como gobierno ni como estado, pero esas son ayudas aisladas”.
Se ha dicho que la inmigración ha bajado debido a la crisis económica y a un mayor control en la frontera. ¿De verdad es menos la cantidad de inmigrantes que sale rumbo a los Estados Unidos?
“Es normal que en esta época baje, en la época de frío y puede que baje en otras partes, pero lo esencial es que nunca se detiene, toma diferentes rutas. Es cierto que ha bajado en ciertas partes”.
“Trato de hacer una coordinación de lo que está pasando en México. Esa transición toca a todo, estamos marcando una decadencia de instituciones claves que tienen como misión estar atendiendo a personas, formarlas en valores, haciendo un tejido social con valores, con unas relaciones justas, respetuosas, verdaderas, una relaciones incluyentes y de paz”.
¿Quiere ser más específico sobre esta “decadencia”?
“Hablo de la decadencia porque las instituciones han dejado sus objetivos, se han apartado de ellos y no están funcionando bien, como es la familia. He dicho que la familia no solo está cambiando de modelos, sino de valores y de funcionalidad”.
“La educación en México se ha politizado. ¿Cómo es que una maestra, como Esther Gordillo, todavía se mantiene como algo que queda de los caciques, que había en el PRI y que ha trabajado toda la vida con caciques y que trabaja, ya no para ayudar a la enseñanza de los niños de México, sino que la usa como un botín político. Inclusive está cristalizando ya su sindicato como un partido político para los intereses de la maestra o los intereses de ese sector de maestros que ha acabado por ser como un mercenario que se vende al mejor postor”.
El Padre Solalinde no cree en el cambio tan citado que se ha dicho, inició en el año 2000 “Eso es un fraude, es un insulto”. Al hablar de política y de las próximas elecciones presidenciales de México dice que “personalmente, y no como sacerdote, sino como individuo, apoyo a López Obrador. Es el único que se ha metido con el pueblo, el que ha ido a todas las partes”.
Termina diciendo que su trabajo social y apostólico como sacerdote tiene todo el apoyo de la Iglesia Católica y que se mantiene en constante contacto tanto con su obispo como con el Nuncio Apostólico de El Vaticano en México.