NSN.- El cónsul general de México en Chicago, Eduardo Arnal Palomera, reafirmó su compromiso de servicio y apertura en el consulado, su guerra contra la burocracia y su dureza con los empleados que no cumplan con el deber, de servir a toda persona que solicite un documento, una información, o que acuda a hacer un trámite.
Sobre lo que hará en una etapa administrativa que tradicionalmente dura entre 3 y 4 años, el político mexicano, convertido en diplomático, tiene “muchísimos planes. Quiero ser un cónsul de la gente, no quiero ser de los que se quedan cómodamente en su escritorio, quiero recorrer los 128 condados de Illinois y de los que son mi circunscripción con los condados de Wisconsin. Inicio mi primera gira y estaré visitando Rockford, en Illinois, Madison y Milwaukee, en Wisconsin”.
Al ampliar sobre los condados agrega: “hay muchas pequeñas comunidades que están alejadas de aquí, de Chicago, donde también viven muchos mexicanos y hay que estar cerca de ellos y también fortalecer relaciones con las autoridades políticas, hablar con las de procuración de justicia, con alcaldes, sheriffs, jefes de policía, concejales, comisionados, con los gobernadores de los dos estados, por supuesto, y reunirme con mis connacionales, con los medios de comunicación, con las cámaras de comercio, líderes comunitarios, para ver cómo están, quiero traer el pulso de cómo están, cómo están viviendo”.
“Hasta allá van a ir los servicios consulares. Una expresión del presidente Calderón es: ‘ahí donde haya mexicanos, ahí estará México’ y yo le agrego: ‘y el cónsul y el consulado’ porque vamos a cubrir la geografía con los consulados móviles, dependiendo de la demanda”.
A su llegada, Arnal Palomera expresó su distanciamiento de los trajes y las corbatas que ha tenido que usarlas por los rigores de la representación que ostenta, pero esa informalidad la quiere imprimir en la apertura de los servicios consulares a su cargo. Nos dice que hará un énfasis especial en informar detalladamente y a través de todos los medios, sobre los servicios del consulado, lo que se requiere para obtener tal o cual documento, “y al llegar aquí a esa gente se le tiene que servir y respetar, que nadie dé al consulado una vuelta de balde”.
Entiende la posición de la gente que tiene que regresar a la ciudad o pueblo donde vive, porque le dijeron que le faltaba uno de los requisitos para obtener un documento. “Soy enemigo de la burocracia. No hay nada peor que un burócrata que empieza con que, primero te perdona la vida y después de que te perdona la vida, te hace el favor, de por tu dinero, darte algo. Eso aquí se acabó y aquel empleado de éste consulado que se sienta Dios, que se ponga de perdonavidas, pues se va a tener que buscar otro trabajo porque lo voy a correr, no voy a tolerar absolutamente a ningún prepotente; aquí estamos para servir, para tratar a la gente con profesionalismo, con prontitud, y el que no lo entienda, pues que se busque otra chamba. Hay muchísima gente que quisiera trabajar aquí”.
Después de lo anterior afirma que hay buenos empleados en el consulado pero que estará atento para que el servicio mejore y no se haga dar vueltas a la gente y que no debe esperar 3 ó 4 horas por un documento.
– Respecto a “sorpresas” que ha encontrado en Chicago “es que el clima es más bonito de lo que me decían. Llevo tres semanas disfrutando de un clima fabuloso, pues me habían hablado de que este es un clima muy complejo y no, esta ha sido una de mis más grandes sorpresas”.
“He tenido una muy buena recepción, todo ha sido muy bueno para mí, la gente ha sido muy calurosa, muy amable, yo sé que es la característica de la gente de Estados Unidos, y de la mexicana, pues no se diga, y ayer le ganamos a Costa Rica 4 a 1, así es que, como la pongas…las sorpresas han sido gratis”.
Eduardo Arnal Palomera, originario del Estado de México, ha sido diputado federal y a Chicago viene, luego de fungir como cónsul general en Denver a donde llegó en el 2007.
Para quienes creen que es demasiado joven para el puesto, quien es quizá el cónsul general más joven en la historia de este consulado, nos dice: “pues gracias por lo de joven” y cita su experiencia de 20 años en puestos públicos indicando, además, que “México es un país de jóvenes, con un promedio en la edad de su población de 17 años”.