Era el año de 1977, la población del poblado de Lawndale, en el condado de Logan, al sur del estado de Illinois, se vio atacada por dos enormes aves de rapiña. En el primero de los casos, tres niños jugaban en su yarda cuando uno de los pajarracos atacó a Marlon Lowe, de diez años de edad, el ave cogió al niño por su ropa e intentó llevárselo mientras que los otros dos trataban de escapar. Los gritos desesperados del chamaco alertaron a su madre quien logró soltarlo de las garras del gigantesco pájaro.
Cuatro adultos llegaron para ayudar y el testimonio de cada uno de ellos describía a los pájaros como de enorme tamaño, con una extensión de alas de más de 10 pies, plumaje negro y brilloso, una franja de plumas blancas alrededor del cuello y de pico grande y curvado. No había forma de identificar a los gigantes emplumados, en éstas tierras no existen los cóndores y el ave de rapiña más grande, es el águila pero jamás de semejante tamaño.
Tres días después, un granjero y su esposa afirman haber visto a dos enormes aves que sobrevolaron su propiedad en círculos, también eran de color oscuro y de gran tamaño. Al mismo tiempo, en toda la región sur del estado, aumentaba el número de personas que decían haberlos visto. No faltó quien reportara haber visto a una enorme ave negra postrada en lo alto de un poste, al revisar la base del mismo se encontraron rastros de sangre y pedazos de animal.
Aparentemente, el pajarraco se había comido algo. El peor ataque tuvo lugar el 30 de julio cuando el señor John Huffer llevó a su hijo a pescar en medio del lago Shelbyville. Los dos enormes pájaros los atacaron sin aviso y trataban de llevarse al chamaco de 12 años. El padre de éste casi pierde a su hijo y su propia vida al intentar luchar contra las horribles aves. En un desesperado intento, aventó el fruto de su pesca al agua y los emplumados se abalanzaron sobre los pescados dejándolos en paz.
John Huffer alcanzó a filmarlos por espacio de diez minutos con su cámara de video. Lo filmado fue dado a conocer por estaciones de televisión locales pero extrañamente, no alcanzó difusión a nivel nacional. De las aves misteriosas, no se volvió a saber mucho y sólo son leyenda, como las panteras de Decatur, que asolaron la región de Bloomington, Macon y Decatur en los años ochenta.