Silvia Méndez/NSN.- Con la inocencia propia de su edad, ninguno con más de 6 años: Joshua, Ariela, Paloma, Hugo y Yara, juegan y expresan alegrías, sin saber más allá de sus deberes de infancia. Las grandes responsabilidades recaen en sus abuelitos maternos, que, después de la muerte de su hija, se han quedado con el cuidado de los cinco nietos.
Marcelo y María Martínez, compartieron con Nuevo Siglo, la triste historia de la madre de los niños, su hija Rosa Pereyda, quien sufrió violencia domestica por parte de su pareja, quien rebasó los limites a afectar con esa misma violencia a su hija, Paloma, cuando tenía tan solo un año de edad, “en ese entonces se denunció al hombre y el gobierno nos dio por un tiempo la custodia de sus tres hijos que tenían en ese momento”, comentó don Marcelo.
Ahora los abuelos tienen bajo su protección a los 5 niños, quienes “son nuestros sus hijos” y temen una separación por no contar con los recursos económicos necesarios para la manutención ya que, debido a la situación de crisis que se vive, le recortaron sus horas de trabajo y ha sido difícil conseguir otro empleo.
“Luego de un tiempo mi hija le dio otra oportunidad al hombre y supuestamente ya estaban las cosas bien y el gobierno les regresó a sus hijos, para eso ya había nacido Hugo, pero el hombre no cambió y la golpeaba nuevamente y finalmente la abandono”, dijo la señora María.
El padre de los niños nunca mostró preocupación por ellos, continuo doña María. “Cuando se separaron Rosa ya estaba embarazada y él se fue con otra y le hizo lo mismo; al ser denunciado, fue finalmente deportado”.
Pero la tragedia continuó: “cuando le indicaron que estaba embarazada, le detectaron cáncer en la matriz y los médicos le decían que debía decidir si someterse a tratamiento o continuar con su embarazo y ella prefirió su bebé y en todo su embarazo estuvo trabajando hasta las ultimas dos semanas”.
El embarazo y el parto resultaron sin dificultades y le quitaron la matriz, pero el cáncer ya había avanzado y le había afectado un pedazo de intestino, la vesícula. Perdió la batalla el 20 de noviembre del 2010 a sus 25 años.
“Se enfrentó a su enfermedad y a su dolor sola, porque me quería evitar en un dolor más pero me decía que, si le llegaba a pasar algo, que si me quedaba yo con sus hijos, y claro que le dije que sí”, asevera la abuelita de los niños.
Así el señor Marcelo y la señora María se han hecho responsables de Joshua 6, Ariela 5, Paloma 4, Hugo3 y Yara 1, y aunque tienen una tarjeta link, no cuentan con lo suficiente para su manutención.
En la Iglesia Unida de Cristo en el suburbio de Berwyn se ha preparado una fiesta para celebrar el cumpleaños de Hugo y Yara, y se invita a todos a participar en la fiesta que tendrá también el objetivo de recaudar fondos a beneficio de los niños ya sea con dinero, comida, ropa, pañales…
El evento será este sábado de 3:00 de la tarde a 10:00 de la noche en la iglesia Unida en Cristo ubicada en el 1241 S. Oak Park Ave, en Berwyn.
Don Marcelo asegura que el temor que tienen es que le quiten a los niños y los separen, pero “todavía tenemos fuerzas y mucho cariño para mis hijos. Desgraciadamente no tenemos suficientes recursos”.