Dos días antes de tomar el mando de la ciudad, Rahm Emanuel asistió a una conferencia de prensa en apoyo de una acción federal para arreglar las leyes rotas de inmigración y reafirmó su apoyo al Dream Act, el acto del sábado fue en la sede de la Coalición de Illinois Pro-Derechos de Refugiados e Inmigrantes, evento, alque asistió también el senador federal Dick Durbin, principal promotor del acta que favorece a jóvenes que emigraron con sus madres siendo pequeños.
Al tomar posesión como Emanuel reafirmó su compromiso con el Dream Act y enalteció el papel de las minorías en la fábrica humana que integra la Ciudad de Chicago, citando sus propios orígenes judíos, así como los de la tesorera y lanueva secretaria: “Stephanie Neely emigrada del estado de Mississippi y Susana Mendoza de familias originarias de México”. Fue el discurso más pro inmigrante que haya dado hasta la fecha un nuevo alcalde de Chicago como parte de los planes y proyectos para esta ciudad.
Lejos se vio aquel Emanuel de hace dos años reticente, parco y frío, que una vez dijo en la Casa Blanca que el presidente Barack Obama no aprobaría en su primer cuatrienio una reforma de inmigración, que solo si ganaba el segundo período lo alentaría y aprobaría porque si lo hacia entonces era “como el tocar tercer riel” que perjudicaría en su futuro político.
Pero ahora es el alcalde de Chicago, que en habitantes refleja la composición demográfica del país, inspiraron sus palabras de líder incluyente con la óptica necesaria para ver el Chicago que realmente es, integrado por negros, latios y anglos y una serie de grupos originarios de Asia y de otras partes del orbe.
El que habló el lunes por la mañana en el Millenium Park, es el alcalde que queremos, esperamos que ese mismo sea el alcalde que nos gobernará, un alcalde para todos.