Silvia Méndez/NSN.- La noche de brujas y la celebración del Día de Muertos, son tradiciones que han trascendido por el paso de tiempo. Entre los latinos, venerar a la muerte, por ejemplo, ha sido una gran festividad para la comunidad mexicana desde los tiempos de los aztecas o más allá, en la era prehispánica.
Existe una creencia y un culto especifico a la Santa Muerte, que se remonta al año 1795, cuando los indígenas adoraban al esqueleto que llamaban Santa Muerte en un poblado del centro del país, pero, al parecer, este culto permaneció oculto en los últimos dos siglos.
La leyenda popular índica que este culto renació hace aproximadamente 45 años, cuando en Catemaco, estado de Veracruz, un lugareño vio la figura de la Santa Muerte dibujada en las tablas de su choza, fue a pedirle a un sacerdote que la certificará pero el se negó y lo calificó como un rito satánico.
Sin embargo, la creencia y veneración a la santa muerte ha crecido y algunos de sus seguidores aseguran que se trata de una fe y del manejo de energía y nada que ver con lo satánico.
Esta creencia no solo ha crecido en México sino en las comunidades mexicanas de los Estados Unidos y en Chicago hay seguidores de este culto como la señora Angelina Méndez, originaria de la ciudad de México y quien tiene más de 22 años creyendo en la Santa Muerte a quien llama “comadre”.
“Mi creencia es muy grande. Siempre, antes de salir de mi casa, me encomiendo a mi Santa Muerte, le doy gracias a Dios”. Aclara: “antes de encomendarme, primero es Dios y después es la Santa Muerte”.
En una de las mesas de su restaurante en La Villita, justo en frente del altar, nos cuenta que empezó a creer en ella, cuando una señora le aconsejo pedirle a la Santa Muerte, “ella es muy milagrosa, en esos años, tenía muchos problemas, entonces comencé hacerle una oración y pedirle que me ayudara, entonces vi que mi vida cambió y comencé a tenerle fe”. Méndez, quien dice tener mucho que agradecer a su “comadre”, dijo, “creo en la Santa Muerte porque me protege, soy creyente católica, solo frecuento la iglesia, en fin de año para dar gracias, le pido a Dios a mi manera, y pidiéndole a mi Santa Muerte”.
La señora Medez asegura que la gente se acerca a ella pidiendo una orientación. “Yo les ofrezco mi versión: uno debe de creer, no porque la vecina cree, sino por uno mismo. Preguntan también qué se le debe poner, la gente puede ponerle lo que quiera, pero que nunca falte agua, una veladora, sal y su luz”.
Muchas seguidores señalan que la Santa Muerte es muy celosa y se revierte, pero para nuestra entrevistada no piensa así, “hay muchas versiones, por ejemplo, que si se le promete algo y no se le cumple. Lo que más queremos y es cuando entra el fallecimiento de un familiar, pero creer en la Santa Muerte no es cambiar tu vida. Cuando nosotros le pedimos algo y le ofrecemos algo, no podemos ofrecerle grandes cosas, tan solo una vela, una manzana, un puro, un tequila. No podemos ofrecerle una cosa que no podemos obtener por nosotros mismos”.
Explicó que cuando alguien muere no es castigo por no haberle cumplido, simplemente se nace y se tiene que morir. La santa muerte es un ser de luz y es justa y si se le pide algo que no es justo, no te lo va a dar.
Por otra parte también aceptó que hay personas que se valen de ella para hacer daño como “carta de presentación” para sus “trabajos”, como curanderos y hasta tienen una carroza y de esa forma el utiliza la energía de la santa muerte que mucha gente la utiliza negativamente, “para mi las energías negativas no las tiene la santa muerte, las tienen otras entidades, yo la puse allí para mi y para la gente que crea en ella”.
No obstante, esta creencia se ha asociado muchas veces a la magia negra, para hacer daño y que es adorada por los narcotraficantes, ya que según ellos, los protege. Por su parte algunas religiones importantes como la católica, la desacreditan, En México, donde hay leyes de libertad de culto la han considerado como una creencia más.
Lo que continuará sin duda será la tradición cristiana del Día de Muertos, una forma de honrar y orar por quienes han sido sorprendidos por la muerte o que ya la esperaban debido a una efremedad específica.