Silvia Méndez/ NSN.- Ser una mujer exitosa como Arabel Alva Rosales no es ninguna casualidad, todos y cada uno de sus proyectos han llevado una dedicación completa llena de conocimiento y experiencia, pero también de humanidad, porque se enfoca en las necesidades de los demás.
Como empresaria radicada en Chicago, como co-productora ejecutiva de la Semana Latina de la Moda, como directora de la Cámara de Comercio Hispana de Illinois, o como asesora, Arabel ha encontrado los caminos correctos para ser una de las mujeres latinas destacadas de Chicago, aunque, como ella misma lo confiesa, “no ha sido fácil”.
Recientemente realizó por quinta ocasión, junto con su socio César Rolón Jr., la Semana Latina de la Moda (Latino Fashion Week) que tuvo como meta elevar la percepción que se tiene de la comunidad latina a través de la moda y el arte, siendo una de las más importantes eventos de moda latina en la nación.
“Tuvimos la visión de resaltar la creatividad hispana y aunque lo hicimos de una manera sutil, creemos que es un movimiento, porque es por medio de la moda y el arte como se esta dando ese crecimiento, además, se estan creando fuentes de trabajo, un punto de partida para atraer la atención hacia hispanos con talento como diseñadores fotógrafos, salones de belleza, boutiques, modelos”, expresó.
La empresaria comentó que “se tienen planes para llevar este concepto a Miami y otras ciudades importantes del país donde hay latinos y estamos pensando hacer un día de latino Fashion Week en cada una de esas ciudades”.
Para muchos que conocen a Arabel Alva, lo que hace no es una casualidad, por que saben de su capacidad y saben de la enseñanza y experiencia que adquirió de su padre Alba Molina. “Mi Papá llegó de México siendo sastre y desarrolló una técnica de “Cross marketing” (mercado cruzado) al tener también un programa de televisión, en donde los artistas usaban sus diseños y a la vez se promocionaban allí”.
Una de las enseñanzas de su padre fue su detallismo, el mismo que ahora ella trata de que los diseñadores, sobretodo los nuevos, trabajen en cada una de sus creaciones, “él era muy detallista para todo, los terminados eran muchas veces a mano, los forros, la tela para respaldar”, sin embargo agrega, “a veces me frustro porque en las escuelas no les estén enseñando esas técnicas, pero con la semana latina de moda se pretende que sean detallistas, no solo en los diseños, sino en todo lo que hagan en la vida”.
Con este “movimiento”, como ella lo ha llamado, en una semana se abren cientos de oportunidades para admirar la creatividad y cada día es dirigida a diferente segmento y precisamente tienen un día para la juventud: “Teen Day y la familia”, que para Arabel se ha convertido en algo muy especial. “Tengo mi hija de 14 años y creo que fue parte de la razón de ese día, tiene 2 ó 3 años de hacerse, lo sugerí porque quería asegurarme de que tuviéramos un día para los jóvenes, ellos son los que hacen las pasarelas, nos dedicamos a ellos y también vienen las familias ha apoyarlos”.
“Con esto iniciaron otro proyecto, una escuela de modelaje, que tiene como objetivo motivarlos, elevar su autoestima, enseñarles la ética correcta, no solo enseñarles cómo caminar y tomar fotos, sino el que la verdadera belleza viene de adentro, viene del ser saludables, tanto mentalmente como físicamente, que pueden formar su metas y alcanzarlas”.
La también ex asesora de Jim Edgar, quien fuera gobernador durante ocho años, de 1992 al 1999, aseveró que se ha dedicado ha dar conferencias para diferentes grupos juveniles, “me da gusto de que, por medio de la semana de la moda, se puede llegar a los jóvenes”.
Todo lo anterior es, sin duda, el reflejo de la buena relación con su hija, como ella misma nos contó: “tengo una excelente relación con Alina, mi hija, una de las cosas que he aprendido es que uno tiene que escuchar y poner atención, ella solo me dice ‘no digas nada, solo déjame hablar’, ella se siente feliz porque lo puede hacer, a veces me muerdo el labio, pero ellos mismos naturalmente saben lo que es correcto y lo incorrecto y es que necesitan expresarse, con quién hablar. Hay que darles la libertad de hablar, de tener en quien confiar sin juzgarlos y a veces es muy difícil como padre, pero hasta el momento hay una buenísima relación con mi hija, porque las cosas pueden cambiar muy rápidamente, uno tiene que dar gracias por lo que tiene y seguir tomando día por día, así es como trabaja para mi”.
Ahora, con su hija mantiene una compañía de tecnología AAR &Assocs. LTD, que ha tenido desde 13 años. “Tenemos casi 50 empleados, AAR son las iníciales mías y de mi hija, tenemos clientes grandes como Dell y trabajamos con la ciudad de Chicago, departamentos federales. Ha crecido”.
Al frente de su compañía esta tratando de ayudar a la comunidad latina ha crecer, a hacerse más fuerte económicamente, también en educación, siendo una de sus metas a la par con sus distintas funciones como directora de la Cámara de Comercio Hispana de Illinois, en la mesa directiva del Woman Business Development Center, asesora del DePaul College (de donde se graduó), y en Chicago United, está envuelta con muchas organizaciones, trabaja con internos tanto de las escuelas públicas como de las universidades, lo cual ha contribuido ha tener bastante influencia sobre el gobierno, sobre comités en donde se pide asesoramiento para diferentes cosas.
Por su capacidad y experiencia resulta difícil de creer que no haya tenido un puesto público o de elección popular, excepto el de haber sido asesora del ex gobernador Edgar, a lo que respondió: “me han pedido muchas veces que corra, pero, simplemente, no ha sido el tiempo adecuado, no se si quiero correr para una posición, pero lo que sí se es que me gusta ayudar y dar consejos estar en comités, dar opinión. Tengo experiencia tanto en el área de gobierno, como en negocios, puedo guiar correctamente. Hubo ofertas interesantes muchas veces, pero no las tomé por mi hija; después, por otras razones, pero lo que sé es que no era el tiempo correcto, pero no se descarta la posibilidad, nunca se debe de decir completamente no”.
Aunque nació en Chicago, Arabel Rosales nunca se ha desprendido de su herencia hispana que tiene por sus padres mexicanos, considerándose ella misma bicultural. La familia ha sido muy importante para ella, su madre Virginia, su hermana Verónica, han sido parte de su crecimiento. Se mantienen en contacto con el padre de su hija, John Rosales, con quien tiene buenas relaciones.
“Vivo una vida muy feliz, he sido muy afortunada porque me han rodeado personas muy inteligentes, de muy buen corazón y que tenemos las mismas metas, atraigo y mantengo ese tipo de gente”.
Pero también ha tenido momentos difíciles en su vida, como “cuando pensaba que mi negocio no iba a funcionar, tener mi hija pequeña, cuando mi divorcio, el cambio de gobierno a negocio, el cambio de casa. Por eso tienes que seguir educándote, no digo académicamente, sino seguir aprendiendo cosas nuevas, aprendiendo de ti misma, de tus fuerzas y tus debilidades, seguir creyendo en ti hasta cuando estas en lo más obscuro, pienso yo que el éxito es un músculo que tienes que desarrollar”.
“Estoy tratando de trabajar en mi vida personal y es que uno se olvida uno mismo y mi hija es fuerte y me da un poco más de espacio ahora, para mi, quiero seguir creciendo en mis negocios, lo estoy planificando para que me de flexibilidad y tenga más tiempo para mi”.