NSN.- A Tiger Woods le tomó dos años para reponerse de la crisis por su vida personal y los cambios que hizo en su mecánica para golpear la pelota, y cuando parecía que se desplomaba, el pasado fin de semana recuperó su condición de ganador, luego de 26 torneos sin saborear la victoria, cuando quedaban dos hoyos por jugarse, cerró con un birdie decisivo para ganar el “Chevron World Challenge” por un golpe sobre el ex-campeón del Masters, Zach Johnson.
Woods embocó un putt para birdie de 1.8 metros (seis pies) en el hoyo 18 para firmar una tarjeta de 69, tres bajo par y de esta manera, con un enérgico movimiento de brazos, celebró un triunfo largamente esperado.
El ex-número uno del mundo consiguió su 83er título, que es el primero desde el Masters de Australia que ganó el 15 de noviembre de 2009. Luego vendría el choque con su camioneta en las afueras de su casa en la noche del Día de Acción de Gracias, percance que desencadenó una serie de impactantes revelaciones sobre romances extramaritales.