Por Salvador Flores Llamas
El PRI y la izquierda ya definieron a Peña Nieto y a López Obrador como sus candidatos; por el PAN buscan serlo Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero, citados en el orden que tienen en las preferencias populares.
Peña Nieto ya sobresale por sus deslices al responder preguntas periodísticas, que armaron revuelo en las redes del ciberespacio y en los medios informativos de medio mundo. Enrique quitó de jefe nacional del PRI a Humberto Moreira, cuya mala fama de ex gobernador de Coahuila y la mega deuda que heredó perjudicaba su campaña.
Soberbia tarea enfrenta Pedro Joaquín Coldwell, nuevo líder tricolor, para mantener la unidad del partido, pues los aspirantes a candidaturas las ven copadas por miembros del PVEN y PANAL, aliados del PRI.
López Obrador salió con su invento de la república amorosa y promesas de dejar la confrontación con empresarios y otros grupos; con decir que dice que panistas y priístas no son sus enemigos, sino oponentes y aun insinúa que puede llamar a algunos a figurar en su posible gobierno. Especialista en expresar a sus auditorios lo que éstos desean oírle, el Peje dijo a un grupo de empresarios (de los que le está acercando Alonso Romo): “Estoy contra los monopolios, la corrupción, el influyentismo y la riqueza mal habida; pero no contra quienes generan empleo y crecimiento del país”.
Dijo que el megaplantón del Zócalo-Madero-Av. Juárez- Reforma (que tanto afectó al DF y cerró muchos negocios, en protesta porque no lo nombraron Presidente en 2006) evitó un baño de sangre, lo que es del todo falso y sólo una disculpa a su capricho y autoritarismo.
Otra frase a los empresarios: “Hoy ser honesto es ser radical”. ¿Lo honesto no sería que confesara que asume esas poses sólo para ganar votos, que hace 6 años los perdió por sus extremismos e insultos?
Ya veremos los postulados del abanderado que el PAN elija. Además de las normas democráticas, en la contienda tendrán gran peso las mafias criminales, que siembran en diversas partes del país violencia y temor; de lo que los enemigos del gobierno federal lo culpan totalmente.
No admiten que hay tres órdenes de gobiernos: federal estatal y municipal con su respectiva responsabilidad, para atacar al primero electoralmente. Mientras, vemos a gobiernos estatales y municipales y sus policías uncidos a las mafias; lo que explica por qué no avanza la lucha anticrimen y muestra que de eso a que los partidos opositores se valgan de aquéllas para ganar “la madre de todas las batallas” en 2012 habrá sólo un paso. ¿Y más si vemos a la izquierda insistir que deben volver las fuerzas armadas a los cuarteles cuanto antes; sin importar dejarles el campo libre?.
En Michoacán estuvo clara la participación de los cárteles en la elección del gobernador. Por denunciarla, el PRI acusó al presidente Calderón de querer influir en la campaña presidencial, pero no desmintió datos ni pruebas que se presentaron ante la PGR. Luego varió de actitud y propuso un pacto de civilidad entre partidos, mas tampoco respondió la pregunta sobre cuál sería el contenido del mismo.
No debe, pues, quitarse el dedo del renglón y evitar injerencia del crimen organizado en la lid presidencial.