NSN.- La Federación Jalisciense del Medio Oeste (FEDEJAL) conmemorará el octogésimo cuarto aniversario del martirio de Santo Toribio Romo, protector de los inmigrantes. Este sábado, 25 de febrero, se cumple el octogésimo cuarto aniversario del martirio de Santo Toribio Romo, con la celebración de una misa en la Iglesia de Monte Carmelo ubicada en el 1101 N 23rd Ave. en Melrose Park, IL, a las 7 de la tarde. Se invita a la comunidad a participar de la misa para honrar la memoria del Protector de los Inmigrantes.
La Federación Jalisciense del Medio Oeste, cumpliendo con parte de su misión que es celebrar y promover la cultura mexicana e hispana como un medio para mejorar el entendimiento y la unidad de las diversas culturas y personas en los Estados Unidos, trajo en el 2010 una imagen de Santo Toribio Romo desde Jalisco, para participar en la procesión que se realiza anualmente durante la celebración del festival ‘Our Lady of Mt. Carmel’ en Melrose Park.
Posteriormente se trajo al mismo templo una reliquia del Protector de los Inmigrantes. La imagen había sido bendecida por el Padre Florenzo Rigoni y el altar donde está erigida la figura fue bendecido por el arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez.
Sergio Suarez, presidente de la Federación dijo al llegar la figura de San Toribio que, “en la Federación Jalisciense del Medio Oeste, hemos ido reafirmando y fundamentando el círculo de necesidades humanas que tiene nuestra comunidad. Hemos penetrado y formado parte del área política, económica, cultural y social y ahora también incluimos la espiritual. Lo más importante es que la gente se ha identificado con San Toribio Romo y eso es muy gratificante para nosotros”.
En la misma ocasión, el Arzobispo de Guadalajara, dijo que el emigrar es un cierto derecho natural, puesto que el mundo es de Dios y es para todos sus hijos y el migrante, que va de una parte a otra, debe ser apreciado en su dignidad humana y ayudado en sus necesidades, ya que todos podemos estar en esa condición. Por lo tanto nunca se debe de confundir a los migrantes con delincuentes, sino tenderles la mano, atender al forastero, al peregrino, darle asilo y refugio cosa que Dios agradece y paga mucho”
Quien sería canonizado por ser uno de los héroes de Guerra de los Cristeros, nació en Santa Ana de Guadalupe, municipio de Jalostotitlán, el 16 de abril de 1900 y murió mártir al grito de “¡Viva Cristo Rey!”, el 25 de febrero de 1928, víctima de los ataques del ejercito del presidente Plutarco Elías Calles. Los restos del sacerdote cristero fueron llevados a su lugar de origen y depositados en la capilla construida por él, en Jalostotitlán. El 22 de noviembre de 1992 fue beatificado, y el 21 de mayo del 2000 fue canonizado.