NSN.- “El problema de la inmigración indocumentada no es algo ‘hispano’ atañe a todos los estadounidenses” dijo el presidente Barack Obama quien agregó el martes que “en caso de ser reelegido en noviembre próximo, pondré sobre la mesa una propuesta de reforma migratoria”.
Al hablar a los periodistas en la Casas Blanca, durante su primera conferencia de prensa del año, reconoció que, si no ha sido capaz de cumplir su promesa de una reforma migratoria durante su primer mandato, es porque el problema de la inmigración indocumentada pasó de ser un asunto bipartidista a uno de carácter partidista del que los republicanos han tratado de sacar ventaja electoral. “Mi esperanza es que, tras estas elecciones, la comunidad latina enviará un fuerte mensaje sobre la necesidad de un esfuerzo bipartidista que haga realidad una reforma migratoria justa y amplia”, añadió el mandatario.
No desaprovechó la oportunidad de fijar posición frente a todos y cada uno de los ataques que le han lanzado los republicanos, a quienes se refirió con un dejo de desdén y hasta de indiferencia, cuando los periodistas le preguntaron sobre las críticas que le han lanzado para presentarlo como un presidente débil que no se atreve a lanzar un ataque contra Siria o Irán.
“Esto no es un juego”, subrayó Obama, acusando tácitamente a los aspirantes republicanos de actuar irresponsablemente al hacer sonar los tambores de guerra, con el único fin de avanzar en las encuestas.