El principal obstáculo para legalizar a 11 millones de indocumentados, sigue siendo la ignorancia y la falta de interés de los principales líderes políticos en saber más sobre otras razas, otras culturas y otros países.
Los medios de comunicación no ayudan a entender más y mejor la problemática que no solamente tiene que ver con 11 millones de indocumentados, sino con la inmigración en general.
Al informarse sobre las dos favorables medidas para los indocumentados que acaba de anunciar el gobierno del presidente Barack Obama, la prensa en inglés, repite un error básico sobre este asunto tan importante, al mismo tiempo que informa, distorsiona la realidad que tienen que ver con miles de familias y miles de estudiantes traídos al país siendo menores de edad.
Los diarios, la radio y la televisión dicen, por ejemplo, que el apoyo de Obama para que el Dream Act se apruebe, pondrá a miles de estudiantes camino a la ciudadanía; según los medios anglos, los indocumentados y los estudiantes sin papeles quieren ser ciudadanos.
Ignoran un intermedio muy importante entre ser indocumentado y ser ciudadano, o sea la residencia, la mal llamada “green card” que implica el derecho a una tarjeta del Seguro Social, cuando en realidad, los indocumentados no quieren más, saben que lo de la ciudadanía puede darse después, que es otro asunto que no tiene que ver con detenciones y deportaciones, sino con sencillas lecciones y fáciles exámenes y una cita para el juramento a la bandera.
Esa ignorancia sobre lo que realmente somos, queremos y hacemos, contagia a senadores y congresistas quienes, por ignorantes, no han podido aprobar nada.
Mientras tanto, miles de inmigrantes que entran al país saltando la barda, nadando el río o al llegar a los aeropuertos de Los Ángeles, Houston y Chicago, son regresados a México, no porque no son ciudadanos, sino porque no tienen papeles.