Este brutal asesinato ocurrido el 22 de abril de 1974 en la pequeña ciudad de Ogden, Utah, nos pinta un espantoso reflejo de la maldad humana. Esa noche Dale Selby Pierre, William Andrews y Keith Roberts, todos ellos oficiales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en de la base Hill Air en Utah, intentaron robar la tienda de aparatos electrónicos Hi-Fi Store.
En ella laboraban dos empleados, Stanley Walker de 20 años de edad y Michelle Ansley de 19, ambos fueron amarrados y encerrados en la bodega de la tienda. Sin sospechar que la tienda estaba siendo robada, Cortney Naisbitt de apenas 16 entró por la puerta, también sería amarrado y encerrado. Sus padres preocupados porque no llegaba a casa salieron a buscarlo y preguntaron por él en la tienda.
Habían caído por un capricho del destino en la misma trampa que su hijo Cortney. Por si fuera poco, Orren Walker, padre de Stanley también llegó a preguntar por su hijo y fue capturado. Una vez sometidos, comenzó una horrible tortura para ellos. Selby Pierre, el cabecilla de los asaltantes ordenó a Andrews que les dieran de beber a sus víctimas un destapa-caños llamado “Drano”.
Apenas al tocar sus labios la poderosa solución les quemaba la piel, más aún la lengua y la garganta. Sus enloquecedores gritos de dolor pusieron nerviosos a los asaltantes quienes a fuerza intentaban callarlos con cinta sobre la boca. La sangre, la piel desprendida y los gritos pintaban una escena de verdadero horror. Pierre se desesperó y primero mató a los padres de Cortney Nasbitt a balazos. Enseguida le disparó al señor Orren Walker y luego se encargó de su hijo Stanley matándolo de un balazo en la nuca.
Siguió el turno de Michelle Ansley a quien violó sin piedad y al haber saciado sus bajos instintos la mató de un certero balazo en la cabeza. Orren Walker aún respiraba y los desquiciados asesinos lo intentaron estrangular sin mucho éxito. Desesperados le clavaron una varilla en el oído y a base de patadas la forzaron en su cabeza, la varilla salió por su garganta del lado opuesto. Después de la horrible masacre, los asesinos huyeron con el botín.
Luego de tres horas, los cuerpos de las víctimas y los sobrevivientes fueron encontrados. Orren Walker sobrevivió a la tortura y fue pieza clave en el juicio contra Pierre, Andrews y Roberts. Cortney Nasbitt a pesar de las heridas logró regresar un año después de la masacre a su escuela, vivió una vida casi normal. Se casó en 1985 y murió el 4 de Junio del 2002.
El asesino Dale Selby Pierre fue condenado a muerte y ejecutado por inyección letal el 28 de Agosto de 1987. William Andrews murió de la misma forma el 30 de Junio de 1992. Keith Roberts escapó de morir ejecutado pues se comprobó que el no había participado en los asesinatos y fue condenado a prisión por robo calificado, fue liberado en 1987. El libro “Victim: The Other Side of Murder” narra la historia y los hechos de este sangriento asesinato.