NSN.- La cantidad de muertes de migrantes en la frontera de México y Estados Unidos desde el 2002podría superar los 5 mil 287, advirtieron la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y organizaciones no gubernamentales (ONG), en contraste con los 3 mil 557 que en Estados Unidos dio a conocer la Agencia para la Protección de Aduanas y Fronteras (CBP).
Amnistía Internacional, se informó esta semana que, además, las políticas de control migratorio estadunidenses intencionalmente desvían migrantes que tratan de cruzar a Estados Unidos sin permiso hacia rutas peligrosas, incrementando el riesgo de accidentes o muerte en el desierto a lo largo de la frontera.
Se considera que la diferencia entre las cifras de la SRE y las ONG, y las que ofrece la CBP se explican por el hecho de que no incluyen detalles de muertes que ocurren en el lado mexicano de la frontera, y no todas son reportadas a la Patrulla Fronteriza por agentes locales de la ley.
AI de los Estados Unidos revela que una auditoría de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) concluyó que la inconsistencia en la recolección de datos y la falta de coordinación entre agencias, significa que las estadísticas del CBP subestiman la escala del problema, tal vez hasta 43 por ciento cada año. Una recolección de datos adecuada es vital para tener un análisis completo y comprensivo sobre los factores que contribuyen a estas muertes. La falta de dichos datos es un obstáculo serio para determinar los pasos que se necesitan tomar para mitigar la prevalencia de las muertes de migrantes a lo largo de la frontera.
El estudio, desarrollado por AI se enfocó principalmente en dos estados: Texas y Arizona, por contar con los tramos más largos de la frontera entre ambos países en el suroeste, y se desarrolló en las ciudades de Austin, Houston, San Antonio, El Paso, Del Río, Webster y Harlingen, en Texas; y en Phoenix, Tucson, y Sells (Nación Tohono O’Odham) en Arizona. Subraya además que el perfilamiento racial y étnico de los cuerpos del orden contra los latinos y otras comunidades de color que viven a lo largo de la frontera suroeste, incluyendo indígenas y ciudadanos de Estados Unidos, ha escalado en años recientes.
Otra investigación desarrollada por ONG locales determina que latinos en Texas y Arizona sufren más detenciones y registros que los blancos, y que tienen más posibilidades de ser detenidos frecuentemente por violaciones menores de tránsito y de otro tipo.
La misma investigación indica que entrevistas e investigaciones desarrolladas por AI también sugieren que agentes de la ley a escalas federal, estatal y local cerca de la frontera frecuentemente seleccionan individuos para paradas de tránsito y chequeos de identidad basados solamente en las características étnicas o raciales.