Fue la prueba más grande por la que ha pasado Emanuel desde que tomara el mando de la ciudad hace once meses, a pesar de que los regidores habían mostrado inseguridades sobre el plan, después de que hace tres años aprobaran sin ninguna oposición el controversial contrato de billones de dólares que otorgó a un consorcio, el poder para explotar con nuevas máquinas tragamonedas para cobrar por estacionar automóviles en cientos de calles de Chicago.

Ricardo Muñoz, del distrito 22 de La Villita, quien votara entonces por el cambio radical en el sistema de parquímetros, voto en contra del ambicioso plan de Emanuel, junto con los concejales John Arena, Robert Fioretti, Leslie Hairston, Brendan Reilly, Toni Foulkes Scott Waguespack.

La desconfianza en el plan del alcalde la basó en que la combinación del gobierno municipal y los inversionistas en el desarrollo de una ciudad, ha tenido malos resultados en otras ciudades, otros criticaron el plan por carecer de los dispositivos de supervisión de los contratos por parte del gobierno. La principal defensa del alcalde en éste histórico plan de obras de infraestructura, fue sintetizada por la concejal Pat Dowell, quien dijo que ningún propietario de casa de Chicago hubiese estado dispuestos a pagar más impuestos para el financiamiento de las obras.

Muñoz, fue el único de los ocho concejales latinos que votó en contra, Roberto Maldonado, del ”Ward” 26 fue uno de los dos integrantes del Consejo que no votó, ni a favor ni en contra debido a que asistió a la sesión del martes.