Pasada el impacto de la noticia y después de poder pensar mejor sobre las causas de la masacre en la escuela primaria “Sandy Hook”, pensé mucho en la salud mental del muchacho homicida y resulta que su caso era de emergencia, máxime cuando se sabía de la afición de su madre por comprar armas de fuego de toda clase.

Días más tarde, en los programas dominicales de las mañanas, los legisladores entrevistados hablaban a favor y en contra de restringir las leyes sobre la tenencia y la portación de armas, afortunadamente para mis ideas, más de uno de los entrevistados en la media docena de dichos programas señaló la salud mental como renglón importante para empezar a lograr que estas masacres sean menos, menos sangrientas, porque que desaparezcan para siempre es imposible.

“Tenemos un sistema de salud mental en crisis”, dijo un senador, no obstante, era imposible que una entrevista de varios minutos explayara todo el problema, pero debe pensarse ya en un archivo nacional de casos de salud mental, una banco de datos que pueda estar a disposición tanto de la Policía como de los vendedores de armas y aquí, los poderosos de la National Riffle Association (NRA), pueden demostrar su buena voluntad, dejar de gastar energía en defender la Segunda Enmienda de la Constitución que, dígase lo que se diga, quedará intacta.

Tal vez sea extremoso pensar en la supervisión de los antecedentes de la familia de un estudiante con problemas mentales, como el saber si hay armas de fuego en su casa, o si han comprado armas de fuego, cuándo y cuántas.

En Newtown, Connecticut, se vivió el peculiar caso de un joven retraído, que le gustaba vestir de negro y que no cruzaba palabra con sus maestros, menos con sus compañeros y por otra parte, ya era sabido por su madre que era aficionado a las armas de fuego. ¿No vieron una relación antes de aquel viernes negro para la escuela, ni siquiera con los antecedentes de casos similares en secundarias y universidades?.

Banco de datos con la biografía y el historial médico, supervisión en la familia del enfermo mental que actúa con demasiada extrañeza puede ser parte de la solución.

La NRA ha dicho que “un mal hombre armado un buen hombre armado” y siguió pidiendo que haya un guardia frente a cada escuela pero nada podría contra un decidido muchacho dispuesto a matar y a que lo maten.