+Denuncian “leve” castigo al causante

NSN.- Una vez más las familias de dos jóvenes amigos, muertos en un accidente de tránsito, enluta familias mexicanas de Chicago.

Pero el castigo al autor del choque de vehículos del pasado viernes ha causado ira de los familiares de las víctimas residentes del barrio de La Villita.

Como en un caso similar ocurrido hace cuatro años, dos jóvenes fueron víctimas de un policía que conducía su automóvil estando bajo los efectos del alcohol, lo que hizo que entrara a la carretera Lake Shore Drive en sentido contrario, impactándose con el vehículo en el que iban Fabián Torres, de 27 años de edad y su amigo Joaquín García, de 25.

Los hechos ocurrieron a la altura de la Avenida North, cuando el oficial del departamento de Policía de North Chicago, Terrel Garrett, ingresó al Lake Shore Dr. en sentido contrario y a 60 millas por hora en un área donde no está permitido conducir a más de 45.

Los dos jóvenes iban en una camioneta Jeep que fue impactada de frente por la camioneta Chevrolet Trailblazer de Garret, cuyo vehículo impactó también en el de una conductora que resultó herida. Al ser detenido, se le encontró a un nivel de alcohol en la sangre superior al permitido para conducir.

García, era estudiante de cirugía técnica en el colegio Malcom X y esperaba en algún día en convertirse en doctor en medicina. Torres estaba en su primer año de estudios en la Universidad de Paul.

El lunes, más de cien inconformes, marcharon bajo el intenso frío en un recorrido de milla y media, de la esquina de la Pulaski y la calle 26th hasta la corte del condado de Cook para protestar la leve fianza de $500,000 dólares contra el oficial.

Resguardados por patrullas de la Policía Chicago que cerraba momentáneamente las calles al paso de los manifestantes, estos caminaron portando velas mientras que a coro gritaban repetidamente “!justicia!”. La marcha encabezada por las madres de las víctimas, Cecilia García y Asunción Torres, estaba integrada por decenas de familiares, amigos y simpatizantes de la causa.

El oficial que resultó también herido no había pagado aún el 10 por ciento de la fianza y se dijo que, al salir del hospital se le pondría un detector metálico al quedar preso en forma domiciliaria.

“Si el causante de este accidente hubiese sido uno de nosotros ya lo hubieran encarcelado y botado la llave”, dijo la señora Torres en la manifestación.