En los Estados Unidos, ejemplo de democracia para el resto del mundo, el sentido de lo que es un gobierno “del pueblo y para el pueblo”, se desvanece en los casos de corrupción política y gubernamental.

En Chicago, ciudad que no ha podido ser ejemplo de honradez política, acaban de darse a conocer tres casos de fraude con el dinero donado para las campañas políticas de los mismos que, una vez recibido, lo despilfarraban en una forma tan tristemente expuesta en enjuiciamientos.

No solo gastaban en asuntos personales el dinero donado para otro fin, sino que no lo reportaban al IRS.

El ahora ex-congresista Jesse Jackson Jr. y su esposa, la ahora ex-concejal Sandy Jackson, fueron seguidos por el veterano de la política local, William Beavers en el uso indebido del dinero que se les dio para financiar actividades políticas, una de las bases de la democracia. Ya sabidos los escándalos será más difícil que un líder por más honrado y capaz que sea, reúna el dinero necesario para promoverse y ocupar un puesto político.