E
l lugar, el bosque de Katyn en Rusia. El año, 1940. La tragedia, la masacre de 22 mil polacos. Entre ellos, el padre de Wojciech Seweryn destacado artista de la comunidad polaca de Chicago y quien en un acto caprichoso del destino murió trágicamente al conmemorar el 70 aniversario de la masacre. Apenas el 10 de Abril del presente año, Wojciech Seweryn y 95 dignatarios polacos se dirigían a bordo de un avión soviético hacia el sitio de la tragedia que se mantuvo en el olvido por décadas.
Al volar por encima del denso bosque sobrevino el percance donde nadie escapó con vida. Wojciech Seweryn nació el 1º de Septiembre de 1939, el día en que Polonia fue invadida por los alemanes. Su padre apenas lo cobijo en sus brazos y tuvo que partir para hacerle frente a los invasores, esa sería, la única vez que estarían juntos. Pronto su padre fue capturado y entre los meses de Abril y mayo de 1940 forzado a cavar una gran fosa para luego ser ejecutado de una balazo en la nuca mientras se arrodillaba a la orilla de su propia tumba.
Su padre fue ejecutado junto con otros 22 mil prisioneros. Por muchos años el gobierno ruso culpó a los alemanes por tales atrocidades y no fue sino hasta 1990 cuando el presidente ruso Mikhail Gorbachev, aceptó la verdad ante el mundo. Seweryn emigró a los Estados Unidos a los 35 años, sin embargo sus pensamientos eran para el padre que jamás conoció, saber la verdad se había convertido en una obsesión para él. Aquí en Chicago le dio forma al monumento dedicado a los muertos de la Masacre de Katyn; la Virgen María sosteniendo en brazos a un caído soldado polaco, dicha creación se encuentra en el cementerio St. Adalbert en Niles. Ese fatídico 10 de Abril en Katyn, cientos de personas esperaban la llegada de los invitados de honor a la celebración, mismos que nunca llegaron. Un solo asistente con teléfono celular en mano comenzó a gritar que el avión había caído cerca del vecino poblado de Smolensk. Los asistentes trataron de llamar a quienes venían en el avión pues muchos eran parientes y amigos pero no obtuvieron respuesta, hasta el presidente polaco Kaczinski pereció en el avionazo.
Finalmente un sacerdote tomó el micrófono y comenzó a rezar un rosario, el público lo siguió en resignación, al otro lado del mundo, en Chicago, los familiares de Wojciech Seweryn aún no comprenden cómo el destino reunió 70 años después a padre e hijo, no en vida, sino en la muerte y en el marco de un mismo histórico pero trágico evento.
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