El congresista Paul Ryan, republicano de Wisconsin, es un nuevo aliado de la reforma migratoria. Hace años trató de presentar una solución en la Cámara Baja con su colega Jeff Flake, republicano de Arizona quien ahora está en el Senado. Esta semana se une al senador del mismo partido, Tan Paul, de Kentucky y a Marco Rubio de Florida, demostrando que quiere ser parte de la solución ante un roto sistema de inmigración.

Ryan estuvo presentando su caso en Chicago, sin apoyar a la llamada “Pandilla de los ocho”, pero es una muestra de cómo aumenta la preocupación del mal estado de nuestras fronteras.

Mientas tanto, el senador Ted Cruz, republicano de Texas, anunció su oposición al plan presentado la semana pasada por los ocho senadores y en una declaración escrita dijo: “debemos de tener una clara definición de las medidas que deben ser establecidas a fin de que la frontera esté segura. No estoy satisfecho con las respuestas ofrecidas en las audiencias de hoy, sigue sin verse cómo las previsiones de esta ley ayudarían a lograr que la frontera esté segura.

Como está, el componente de la seguridad fronteriza, que toma solo 58 páginas de las 844 del proyecto de ley, cede la autoridad al Departamento de Seguridad Nacional la tarea de determinar cuando y cómo la frontera será asegurada. Sin embargo, las audiencias de hoy han revelado que las medidas más recientes para la seguridad en la frontera, reflejaron que en el 2010, el Departamento de Seguridad Nacional había asegurado 873 millas de las más de 2,000 que tienen la frontera.

Cuando dichas medidas no tuvieron éxito, DHS decidió simplemente abandonar el caso. Para que el establecimiento de medidas sea real, tiene que hacerse en forma significativa, mientras que el camino a la ciudadanía continuará relacionado a la seguridad en la frontera”.

Como en muchos de los componentes presentados en el plan de los ocho senadores, Cruz podría quedar realmente con cualquier plan que se presente. Identificó más bien un problema específico, pero no dio a conocer nada para solucionarlo. ¿Pudiera ser que cualquier plan de seguridad en la frontera sea suficiente?

Inclusive, el plan de la llamada “Pandilla de los Ocho” es especifico, objetivo en medidas relacionadas con la fronteras, incluyendo el tema de la barda, la aplicación del E-Verify, y un desarrollo de la visa de salida: lo mismo que piden los que se han mostrado duros contra una reforma migratoria como el senador Jim DeMint la pedía desde hace años.

Respecto a la subjetiva naturaleza de las medidas, Sean Rushton, director de comunicaciones de la oficina de Cruz, citó un reporte de la oficina del gobierno federal que indica que los agentes de la frontera tienen la discreción para detener o no a quienes intenten cruzar la frontera, pero con un significativo aumento en el presupuesto, con mejor tecnología de vigilancia, ese problema será reducido.

Uno imagina que cierta conspiración de mala fe por parte de los agentes sería suficiente para alterar los números, pero Rushton se apresuró a evitar dicha acusación: “Tenemos un gran respeto por los agentes de la patrulla fronteriza, porque sabemos que su trabajo es increíblemente difícil. Con las condiciones de estrés en las que trabajan, esta mal forzarlos a que hagan estadísticas en lugar de su verdadera labor.” Pero con un incremento de recursos, sería difícil imaginar que eso es todavía es un asunto en disputa.

Por Jennifer Rubin