Fue un movimiento armado y social que tuvo una duración de sólo once años, durante el cual, le permitió al ejército insurgente acabar con casi tres siglos de dominio español en nuestro territorio. Este periodo conocido como la Guerra de Independencia empieza, la madrugada del 16 de septiembre de 1810 cuando el padre Miguel Hidalgo da el llamado “Grito de Dolores” y termina el 27 de septiembre de 1821 con la entrada del Ejército Trigarante. De acuerdo con los especialistas, el movimiento de Independencia puede estudiarse en cuatro grandes momentos:
Primera etapa
Abarca desde el Grito de Dolores, hasta la batalla del Puente de Calderón (en el actual municipio de Zapotlanejo, Jalisco, el 17 de enero de 1811), cuando la muchedumbre dirigida por el cura Miguel Hidalgo –con su famoso estandarte de la Virgen de Guadalupe en mano- peleaba con más pasión que estrategia. Sus fuerzas se calculan en aproximadamente cien mil hombres (entre criollos, indios, mestizos y gente de las llamadas castas). Por su parte, los realistas, los soldados leales al virrey y a la corona española, debían rondar en los 50 mil efectivos.
Segunda etapa
En este periodo, José María Morelos y Pavón, entra en escena. Va desde principios de 1811 hasta la toma del fuerte de San Diego en Acapulco, en agosto de 1813. Durante este intervalo de tiempo, los insurgentes se anotaron varios triunfos siendo los más sonados aquellos obtenidos en las regiones centro -en Cuautla- y en el sur -en Acapulco o Chilpancingo, donde se gestionó el primer Congreso de Anáhuac- de la actual República Mexicana.
Tercera etapa
Se caracteriza por un cierto desorden. Con la muerte del llamado “Siervo de la Nación”, se crea un vacío en el mando del ejército insurgente y los realistas, aprovechando esto, al mando del temible General Calleja, logran rehacerse y recuperar la ofensiva. En este periodo se rinde el último gran reducto insurgente y, técnicamente, los leales a la corona han ganado la guerra. Sólo unas cuantas partidas, como la que comandaba Vicente Guerrero (en el sur), siguieron al pie de lucha. Esta etapa terminaría en febrero de 1821 con la firma del importante “Plan de Iguala”.
Cuarta etapa
Transcurre del 24 de febrero de 1821 hasta el 27 de septiembre de ese mismo año cuando el Ejército Trigarante, al mando de un ex realista, Agustín de Iturbide, entra triunfante, junto con Guerrero a la Ciudad de México. Este contingente estaba compuesto principalmente por la totalidad de los efectivos de Iturbide, ya convertidos, y los combatientes insurgentes que aún quedaban. Todos ellos conformaron el Ejército Mexicano, finalizando con este pasaje el movimiento por la Independencia de México. (México Desconocido)
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