NSN.- Bernardo Villaseñor Jr., es un joven de sonrisa fácil y de hablar tranquilo, no es “Junior” como socialmente se conocen para mal, porque todo lo que tiene lo ha heredado o porque solo quiere vivir de los negocios de sus padres, sin trabajar, ese no es el caso del joven comerciante con los pies bien puestos sobre la tierra.

Nacido en Chicago de padres de Michoacán y de Coahuila, su español es limpio, sin ninguna inyección del inglés porque desde niño sus padres le exigían que hablara su idioma, el cual Bernardo puede leer y escribir “ahora hay quienes pagan por aprender español”, nos dice sonriente y satisfecho, siempre con un constante agradecimiento s sus padres.

Lo entrevistamos en la pequeña oficina de B & B Tires, ubicada en el 2427 W. 47th St., y la satisfacción del joven de 26 años de edad es más visible, aun cuando nos dice que él, puede hacer lo que hacen sus empleados, desde parchar una llanta, alinear las de un automóvil y lo más fácil, ponerlas. Reconoce con una amplia sonrisa que su padre nunca hizo lo que el aprendió desde niño.

“El me enseñó a ser responsable, a tratar bien a los clientes, a respetar a los mayores”, lo que dice poniéndose serio como que la seriedad en el trato, es también lo aprendió de Bernardo Villaseñor Sr., quien ha cultivado diferentes negocios, todos en el Barrio de las Empacadoras, con una casa de empeño, una florería encabezada por su esposa Sarita y una joyería que por motivos ajenos al negocio tuvo que clausurar hace varios años.

Bernardo Jr., sabe de los problemas en los negocios. “Antes, el permiso de negocios más difícil era para poner una licorería, le seguía en lo difícil el permiso para una casa de empeño, pero ahora no, ya hay muchas”. Los misma aplica para las llanteras, que han proliferado en los últimos años, mucho después de que B & B se estableciera en la calle 47.

El negocio de Bernardo Jr., Consiste en la venta de llantas nuevas y usadas, 95 por ciento de las cuales se entregan ya instaladas en el automóvil o camioneta del cliente. Tal vez para fortuna de las llanteras, los fabricantes de automóviles ya no incluyen la pequeña llanta de refacción llamada “dona tire”. “Y no hay quien tenga esas llantas”, nos comenta. El negocio de las llantas varía en precios y servicios desde una parchada que cuesta $10 dólares hasta el cambio de la que se ponchó por una de segunda o por una nueva y en B & B las hay de todas las marcas y medidas.

Graduado de la secundaria Curie, enlistado en los Marines donde estuvo ocho años en diferentes entrenamientos, “dispuesto a que me mandaran a la guerra” lo que nunca ocurrió, pero sabe de compañeros y amigos que si fueron llamados a representar a los Estados Unidos en uno de los diferentes conflictos armados. Se siente orgulloso de dicha experiencia “soy un Marine” cita con orgullo esa capacidad profesional que lo hace una persona preparada, y de más, para ser policía, sheriff o bombero, algo que no le interesa, por ahora, pero quién sabe “nunca hay que decir nunca”.

Vuelve a mencionar la filosofía del trabajo inculcada por su padre “que desde niño ayudaba a las tareas del campo, en el cerro a su papá”. Declara que cuando tenían una florería a solo a unos pasos de donde hoy está ubicada B & B, “me ponía afuera, en la banqueta, a vender flores los días de San Valentín”.

A los clientes que vayan a esta llantera, no se enterarán que el que los atendió haciéndoles la alineación de las llantas de su carro o les compone un neumático ponchado es el mismo dueño del negocio, no le interesa que sepan quién es, solo que la gente se vaya contenta con el servicio.

Sobre quienes en otras llanteras engañan inventando problemas en una llanta dizque porque “no sirve” para vender otra mejor, solamente nos comenta “se ganan unos dólares más al vender una llanta pero pierden al cliente”.

Tiene ambiciones y no descarta abrir en el futuro otro negocio, tal vez relacionado al del servicio a los automovilistas. Bernardo Jr. Trabaja 10 u 11 horas diarias a veces solo descansa un día a la semana. Lo sostiene su fe en el trabajo y en el progreso, el gusto de trabajar en el mismo barrio donde han vivido sus padres. Aunque tiene novia aún no se ha casado, y tiene su casa a una distancia que recorre diariamente a pie.