Los rescatistas buscaban afanosamente sobrevivientes entre los hierros retorcidos del tren. Conforme pasaba el tiempo, las esperanzas de encontrar a más gente con vida se iba haciendo menos. Siendo las 9:30 de la noche el tren de City of New Orleans de Amtrak apenas había partido de la ciudad de Chicago con destino a Nueva Orleans. Llegando al poblado de Boubonnais a solo 50 millas hacia el sur, el veloz tren se estrelló contra la plataforma de un trailer que transportaba barras de acero.

El impacto fue brutal. Las locomotoras y los primeros vagones salieron volando, el diesel de las máquinas comenzó a arder explotando en el acto. El vagón dormitorio fue uno de los más dañados por el impacto pues se había partido en dos y con la explosión y el fuego, la mayoría de las víctimas resultaron de ese tramo del tren. 14 muertos fue el saldo total de fallecidos y más de cien heridos que fueron llevados de emergencia a los hospitales de la localidad.

La plataforma que llevaba la pesada carga de barras de acero era conducida por John R. Stokes de 58 años de edad. Iba apenas en ruta de hacer entrega de la carga cuando el tren lo sorprendió a mitad de la vía. El chofer del trailer jamás se dio cuenta que el tren se acercaba peligrosamente, en su testimonio Stokes alegaba que las luces de alarma en ese crucero jamás se encendieron.

Al darse cuenta que la mole de acero se le venía encima, poco pudo hacer para alcanzar a cruzar las vías.  La policía en su reporte asegura que encontró a Stokes al borde del colapso y la angustia por haber sido responsable de tan terrible tragedia. Sin embargo y después de meses de investigaciones, se determinó que el trailer intentó ganarle el paso al tren.

Según testigos y para la fortuna de John R. Stokes, las barras de alerta del crucero jamás se activaron. Stokes fue condenado a solo dos años de prisión por alterar sus reportes de viaje y no por provocar la muerte de 14 personas, lesiones en más de cien, y millones de dólares en pérdidas. El fatídico crucero fue cerrado permanentemente y un monumento dedicado a las víctimas fue erigido en la esquina de las rutas 45 y 102 de Bourbonnais, IL.