La activista por los derechos de los inmigrantes, Elvira Arellano, dice que el regresar a vivir a la Calle Division, precisamente en la iglesia Metodista San Adalberto, “me siento protegida por la gente puertorriqueña. Me apoya”. Dijo que vivir en dicha calle entre las dos monumentales banderas puertorriqueñas que marcan el área de la Western Ave. y la California, “me ha hecho sentir bienvenida”. Su hijo Saúl asiste a una escuela secundaria ubicada en esa misma sección de la calle también conocida como “Paseo Boricua”. Arellano fue entrevistada en un evento organizado por Pilsen Wellness, y se hizo un llamado a participar en la marcha del 1º de mayo, día en que se pide a todo comerciantes, cerrar su negocio y participar en el acto en solidaridad por una reforma migratoria.