En su convención del pasado fin de semana en Indianápolis, la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés), exhibió miles de armas ante comerciantes y otros clientes, maravillados por la nueva tecnología aplicada en los productos de esta industria. Afuera del centro de convenciones se realizó una protesta de la organización Moms Demand for Action for Gun Sense in America.

Dicho grupo ha sido alentado por las noticias más recientes como la nueva ley aprobada en el estado de Washington, con la cual se obliga a que todo esposo o esposa con antecedentes de abuso doméstico, que entregue cualquier arma de fuego en su posesión, ley que debería ser replicada en Illinois e Indiana.

La medida es significativa, según datos federales, casi la mitad de las mujeres asesinadas son víctimas de su esposo o de su pareja y la mitad de esos homicidios son hechos con armas de fuego. Para nuestra sorpresa, la NRA, que suele protestar contra leyes que limiten la venta y tenencia de armas de fuego, no lo ha mostrado ninguna oposición.

La ley fue firmada el mes pasado por el gobernador Jay Inslee, y había sido aprobada por unanimidad por la legislatura estatal. “Estamos en un año de elecciones y ningún candidato quiere estar a favor de que los acusados de abuso doméstico tengan derecho a tener armas de fuego”, dijo el representante Roger Goodman, autor de la ley.