Con la renuncia del procurador de Justicia Eric H. Holder Jr., el Presidente Obama pierde a quien no ha sido solamente su consejero legal y miembro de su gabinete, también pierde la ayuda de un amigo que sospechaba lo que el Presidente pensaba hacer, pero no se atrevía a decirlo en voz alta.
Sin embargo, casi desde los primeros momentos de su administración, Obama le daba vuelta a delicados casos sobre lo racial, mientras que Holder los exponía abiertamente, exponiéndolos a veces con gran destreza.
Fue Holder quien al iniciares la administración Obama, desafió lo que era una simple noción de que Estados Unidos es un crisol de razas ante lo cual dijo que en lo racial “es una nación de cobardes”.
En una ocasión, Holder se mostró furioso ante el trato recibido en una comisión del Congreso y sugirió que eran duros contra el y contra el presidente, por su raza. Holder, no Obama, fue el que viajó a Ferguson, Missouri, a ayudar a calmar a una comunidad afectada por los disturbios después de que un policía blanco matara a un joven negro.
Su determinación para enfrentarse a las injusticias ha sido también su fortaleza, defendiendo, entre otras cosas, los derechos al voto, la igualdad en los derechos de contraer matrimonio y una reforma en las sentencias relacionadas con la drogadicción.
Hubo desilusiones. Trató de que en Nueva York fuera enjuiciado Kalid Shaikh Mohammed y después canceló el plan ante las presiones del Congreso. Encabezó un celoso intento por que se castigara a los funcionarios que cooperaban con la prensa y recibió una reprimenda judicial del Congreso al negarse a cooperar en las investigaciones sobre el programa “Rápido y Furioso”, relacionado con el tráfico de armas en la frontera. Su cercana relación con Obama alimentó la sospecha en las fallas para investigar las denuncias sobre dicho tráfico de armas y cuando el IRS aparecía investigando solo a grupos de conservadores.
La mayor parte de esos casos hacen recordar que Holder, ha empleado mucho de su trabajo en rivalidades partidistas, lo que no ha sido su culpa y su irritación con sus críticos es comprensible. Como Obama, se ha enfrentado a oponentes irrazonables, aunque como Obama, tiene bien merecidas las ocasionales críticas.
You must be logged in to post a comment Login