Debemos estar de acuerdo en lo expresado por diferentes líderes afroamericanos y con las opiniones sobre la ofensa escrita en torno a la forma reticente en la cual el alcalde Rahm Emanuel actúa para acabar con la generalizada clave de silencio (code of silence) para encubrir las malas acciones de los policías.

Dicha clave ha permanecido en las filas del Departamento de Policía desde hace décadas, impidiendo investigaciones apropiadas y justas para castigar a los malos oficiales, ahora se ha hecho evidente que los abogados del Departamento Legal del gobierno de la ciudad, no hacían las investigaciones apropiadas ignorando las malas acciones, algunas criminales, de los uniformados, para impedir demandas millonarias.

El caso de los cinco millones del erario municipal dados a la familia de Laquan McDonald, el adolescente afroamericano ultimado de 16 balazos por el policía Jason Van Dyke, es solo la punta de iceberg de un sistema de conveniencias administrativas y políticas. sostenido en parte, por los abogados del gobierno que, en un principio y después de que se diera a conocer el video, Emanuel no quería que fueran investigados.

Al fin, el Alcalde ha accedido y ahora “pide” que la investigación que hace del Departamento de Justicia en el Departamento de Policía, sea extendida a los abogados del Departamento Legal pero lo ha hecho después de que la necesidad de una investigación federal fuera imposible de ocultar.

Eso es lo que hace que se desconfíe cada vez más de Rahm Emanuel, quien, como se ha visto, le da la espalda a la ciudadanía que gobierna, para proteger a su personal y su futuro político.

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