NSN.- El senador estatal del Segundo Distrito, no cesa de hablar, habla de su trabajo, de lo que ha hecho, del reconocimiento que recibirá del sector de los hospitales y entre tanta plática, que parece no parar nunca, podríamos deducir que se contradice.
Mientras prepara la campaña de reelección en la serie de datos, impresiones, opiniones en las que abundan los sentidos figurados como el plástico y las tarjetas de crédito, expresa: “soy un senador frustrado porque quisiera hacer otras cosas por mi comunidad”.
Es que este legislador puertorriqueño nacido hace 54 años en Newark, Nueva Jersey, bien pudiera ser poeta, filósofo o predicador, por sus pronunciamientos que le han causado roces con los miembros del Congreso de Illinois, sin faltar las rivalidades que ha sostenido con los mismos latinos que integran el comité de senadores y representantes estatales “el Caucus” como tan familiarmente se le llama.
Nuevo Siglo habló ampliamente con Willie Delgado en su sencilla oficina de la Avenida Armitage, a donde acude caminando desde su casa a unas cuantas cuadras, en su propia comunidad que social y policialmente es poco menos que problemática. “Somos amigos”, “es mi amigo”, “somos compañeros” nos ha dicho en diversas ocasiones de sus colegas de la política, lo que pudiera sorprender más cuando habla del concejal Ariel Reboyras, a quien intentó quitarle el puesto hace más de seis meses en el “Ward” 30.
“Aquí, en estas cuadras, hasta la Pulaski hubo tres asaltos a mano armada, entonces fue cuando organicé a los comerciantes, vinieron aquí”. Fue cuando, después de que el concejal del área su “amigo” no hiciera nada en concreto a pesar de que él se lo había pedido, ahí mismo en su oficina, el senador estatal decidió iniciar los trámites para quitarle el puesto.
Otras cosas influyeron para que el legislador pensara entonces cambiarse del congreso estatal en la capital Springfield, al congreso municipal de Chicago, pensaba estar más con su esposa Iris y cerca de la familia después de la muerte de su hijo mayor, Rubén, acaecido hace poco más de un año. El Senador baja la voz y es más lento al hablar cuando se refiere a su familia, sus hijos Rubén y Adán Guillermo, el más joven graduado de la Universidad de Illinois en Champaign, y quien pronto desempeñará su carrera de Marketing en la empresa del equipo Medias Blancas de Chicago. Sin muchos aspavientos canceló su campaña para ayudar más en la campaña para alcalde a su tutor y líder, Miguel Del Valle de quien recibió el puesto vacante en el Senado.
Aplaude el liderazgo del gobernador Pat Quinn y tácitamente se rehúsa a culparlo de nada, por el contrario, muestra orgullosos fotos con el mandatario y con el también boricua Hiram Grau, alto oficial de la Policía de Chicago convertido por Quinn en Director de la Policía de Illinois.
Ante la crisis económica en el gobierno con déficits de varios billones de dólares, Delgado también se rehúsa a apuntar con su índice, “es la crisis en el estado” y acepta que es parte de un todo de la crisis nacional. El primer representante estatal latino en ascender a senador, nos dice que los 12 legisladores latinos, “somos una minoría que sigue siendo dividida” pero nos deja que asumamos quién la tienen dividida y es cautelosos en hablar respetuosamente de los senadores Martín Sandoval, de Iris Martínez y de Antonio Muñoz, éste último presidente del Caucus latino del cual, él, Delgado, es el vice-presidente.
Otro de los logros de Quinn, fue el nombramiento aprobado por los senadores, el de Manny Flores, hoy director del de Departamento de Instituciones Financieras, después de que Flores no pudiera fungir como presidente de la Comisión de Comercio de Illinois al retrasarse una aprobación que nunca llegó.
Una vez que el gobierno del estado pague a hospitales, clínicas y otras agencias, con un total de 430 millones de dólares “quedarán 4 mil millones sin saldar después de que se normalice la situación”, nos dijo el martes, un día antes de su regreso a Springfield. Sobre él pesa la responsabilidad de distribuir los fondos a las clínicas y hospitales que más los necesiten.
Sobre los fondos y la lucha interna entre los legisladores para proyectos de construcción de carreteras, el senador, que es presidente de la Comisión de Salud Pública en el Senado, y miembro de la Comisión de Asignación de Fondos, lamenta que haya énfasis en la construcción de carreteras y poco interés en la salud y en la educación. “Es más importante la vida de un ser humano que construir una carretera” y minimiza la lucha interna por los fondos “y ambas cosas se pueden lograr, hay que compartir ese pastel que es el presupuesto de 56 billones de dólares y por qué no, sí se puede caminar y mascar chicle el mismo tiempo”.
“Creo que con los trucos y gimicks legislativos en cómo demorar un pago a las pensiones y teniendo líderes en las dos cámaras siendo millonarios tratando de decidir cómo van a balancear las próximas elecciones, ellos se concentran sólo en eso, en quiénes van a ganar las próximas elecciones siendo que dejan a los pobres sufrir más. Van a poner a los que son más famosos y no van ayudar al que no tiene, porque eso cuesta más dinero. No podemos añadir más programas aunque la dinámica del ser humano exige algo nuevo este año y así el que estaba enfermo y está ahora peor, nada más lo vamos ayudar desde que empezó a estar enfermo pero no hasta donde está hoy y va atener que esperar por sus medicamentos”
“Illinois, que era de los estados más firmes económicamente fuerte del país y ha caído también en crisis y ha decidido ahora balancear el presupuesto sobre los hombros de las personas más vulnerables. Por ejemplo: debemos pelear para los ancianos que mueren, debemos pelear por fondos para los ancianos, para los que pueden morir muy pronto, para ayudar a sepultar a las personas indigentes. Si un anciano muere en Casa Central el estado debe tener fondos para ayudar a la familia a enterrar a ese viejito, esos fondos iban a ser para ellos, o sea que ni los muertos estan seguros. Entonces en el Senado, nosotros restauramos estos recortes hasta con 430 millones de dólares pero (John) Madigan, con sus trucos decidió al final que él no iba a compartir el poder con el presidente del Senado y que estos presupuestos él no los iba a apoyar y me decepcionó que legisladores del Coucus Latino, siendo tan poquitos lo apoyaran con sus votos”.
De los políticos y la política, Delgado tiene mucho que decir y lo hace más bien por la fuerza de trabajador social que lleva en él, que ha sido su verdadera vocación, no obstante, lleva más de 8 años como representante estatal y cinco como senador. “He tratado de dejar este ambiente pero es el ambiente el que me jala” y con una sonrisa de resignación confiesa “soy un senador frustrado, toco como un tamborilero frustrado”. Lo dice tal vez por su rechazo a las frases de muchos “políticos que prefieren vivir siendo de plástico, entonces se van a derretir porque el sol va a salir”.
“Oye, Delgado va pa’largo” nos recuerda al despedirse y hablar de la campaña para su reelección en noviembre.