Una de las propuestas de Año Nuevo de toda la comunidad inmigrante, debe ser la de trabajar por su comunidad, en forma individual o a través de organizaciones de su propio barrio.
Hay quienes llegamos a este país, con una mano adelante y otra atrás, pero, cuando logramos progresar, muchos no damos una mirada atrás donde hay otros que, como cuando llegamos, necesitan ayuda.
Escuelas, iglesias, clínicas, hospitales, asilos, clubes deportivos, son el medio para ayudar a progresar al barrio, y si ayudamos, estaremos más conscientes de sus necesidades y sus problemas.
No podemos permanecer sentarnos y quejarnos sobre las pandillas, los drogadictos, los vagos, los robos y la basura en las calles. Tenemos que hacer algo nosotros mismos y/o por medio de organizaciones que ya lo están haciendo y que esperan ayuda voluntaria para hacer más.
Las iglesias necesitan catequistas, los asilos necesitan quien visiten a los ancianos, las guarderías quienes vaya a divertir a los niños o a leerles un cuento, los parques quieren entrenadores, los centros comunitarios, personas que enseñen inglés, etcétera.
Pero, trabajar sin recibir una paga es, para muchos de nuestros paisanos y paisanas, “fuera de onda” y contestan con un “qué te pasa”. Prefieren tirarse en la sala para ver telenovelas o estar horas metidos en su cuarto solo para ver por internet sabe cuantas imágenes no aptas para nadie.
En cada institución, sea escuela, iglesia o Boys Club, pueden informarle a Usted sobre el trabajo disponible para voluntarios, mismo que puede consistir en horas o días por semana centros cercanos a su hogar a los que puede aportar sus conocimientos, sus experiencias, o por lo menos, una clase de trabajo físico.
Ser voluntario, fortalece el carácter y el autoestima, además, poner en un resume o curriculum el nombre de la institución en la que ha sido voluntario, hablará bien de nuestra persona y de nuestra cultura.