Charles ‘Lucky’ Luciano primero mató a Joe Masseria y se convirtió en la mano derecha de Salvatore Maranzano, lo cierto es que Luciano había contemplado eliminar a Maranzano desde un principio. La oportunidad llegó el 10 de Septiembre de 1931 cuando 4 de sus hombres llegaron a las oficinas de Maranzano fingiendo ser agentes del gobierno. Desarmaron a sus guardaespaldas y asesinaron al jefe de varias puñaladas además de darle el tiro de gracia en la frente.
Durante los próximos tres días y en todo el país los antiguos jefes de la mafia fueron eliminados uno por uno por la gente de Luciano y se convirtió así en el jefe supremo del crimen organizado siendo su mano derecha y consejero Meyer Lansky. De Chicago llegaría un telegrama de Johnny Torrio, jefe de la mafia local y padrino de Al Capone. En la misiva le solicitaba a Luciano la creación de una sola organización nacional del crimen. Así se sentaron las bases de lo que fue conocida como ‘The Commission’ la organización nacional del sindicato del crimen con la aprobación de todos los jefes de la mafia del país.
Se distribuyeron territorios y se aprobaron quienes serían los encargados de cada plaza. Nueva York se distribuyó entre las cinco familias, se organizó a la familia de Philadelphia, la familia de Buffalo, la familia de Los Angeles, Detroit, Kansas City y la de Chicago, que obviamente fue para Al Capone. Los jefes criminales de todas las ciudades se reunieron en Chicago para la convención del crimen más grande de la historia.
El hotel Congress y el Blackwawk fueron ocupados casi en su totalidad por pandilleros y mafiosos. En la cúspide del poder, Charles ‘Lucky’ Luciano fue ovacionado como si fuera el aspirante a la presidencia del país por los cientos de criminales que ocupaban el suntuoso Regency Salon del Congress Hotel, quienes de forma unánime votaron para que él mismo fuera el presidente vitalicio de la comisión del crimen nacional.
Luciano confió ciegamente en sus amigos y colaboradores más cercanos y les concedió importantes posiciones dentro de la organización. Meyer Lansky y Bugsy Siegel fueron su mano derecha. El temible Vito Genovese fue su jefe ejecutor, Frank Costello su fiel consejero personal. Joe Adonis, Anthony Carfano y Michael ‘Trigger Mike’ Coppola y Anthony Strollo fueron sus terratenientes, con la misión de supervisar a cientos de ‘soldados’ en sus plazas. La caída del poder de Luciano y la increíble historia del fin de su vida, la continuaremos la próxima semana en su periódico Nuevo Siglo de Chicago.