Por Anita Wadhwani
El creciente problema de niños cruzando ilegalmente la frontera del sur en meses recientes, puede tener un inesperado impacto en la niños refugiados en Nashville, Tennessee.
La semana pasada el presidente Barack Obama pidió al Congreso más de $2 billones de dólares como fondos de emergencia, para afrontar la crisis a los largo del Río Bravo, donde más de 52,000 niños, que han viajado solos aparte de las 40,000 mujeres que han viajado con niños se encuentran detenidos tras cruzar la frontera.
La llegada de niños, principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador, ha hecho agotar los recursos de la patrulla fronteriza y de los centros de detención de Texas, California, Nuevo México y Arizona, creando lo que Obama ha llamado “una urgente situación humanitaria”.
La solución del presidente envolvería un nuevo destino a los fondos, ya en el presupuesto para programas de refugiados a través del país. El estado de Tennessee puede perder más de $1,6 millones de su presupuesto anual de $11 millones, cortes que afectarán programas dedicados a servir a ancianos refugiados, a niños en las escuelas y al cuidado de salud preventiva para refugiados, según Holly Johnson, coordinadora de la Tennessee Office of Refugees.
La propuesta presidencial pone a los protectores de los refugiados en una incómoda situación, teniendo que compartir la ayuda a la población que sirven con la que debe darse también a los nuevos inmigrantes una muy pequeños que han tenido que salir de sus países huyendo de la violencia y de la pobreza. Hay reportes que indican que los niños creen que se les permitirá quedarse en los Estados Unidos.
“No es como poder decir ‘hey, no les ayuden’ porque no es eso lo que siento” dijo Johnson, “hay una población que merece lo mismo”.
Pero los cortes al programa de refugiados, si son aprobados, podría ayudar a que los niños y ancianos se integren más pronto a sus comunidades, se eliminaría el 58 por ciento de las posiciones de especialistas en casos sociales y afectaría la labor de la colocación de empleos. Tennessee cuenta con el nivel más alto del país en encontrar trabajo a refugiados.
Los cortes no afectarían la asistencia médica y financiera que se da a los refugiados en los primeros meses tras su llegada.
Tennessee recibió a 1,600 refugiados en el último año fiscal, la mayoría de estos refugiados llegaron de Burma, Somalia, Irak e Irán de donde han sido forzados a escapar de la violencia, la persecución y los desastres naturales.
El Congreso tiene aún que decidir sobre la propuesta presidencial.
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