NSN.- Continuará el caso legal en torno al accidente fatal que sufriera en Chicago, Quelino Ojeda Jiménez, quien falleció el pasado domingo, en Oaxaca.
El joven inmigrante quien después de resultara gravemente herido en el lugar donde trabajaba fuera deportado al ser sacado de un hospital de Oak Lawn, falleció a la edad de 22 años en un hospital de Juchitán, estado de Oaxaca.
Después de haber estado internado en varios hospitales, el joven estaba recibiendo líquidos y respiración artificial por medio de varios aparatos que lo mantenían consciente y con vida, sin embargo había sufrido dos paros cardiacos, siendo el último el que determinó su muerte, según informó Jesús Vargas, en Chicago.
Vargas uno de los activistas que más abogó por los derechos del inmigrante oaxaqueño, dijo que el joven deja a su esposa, Carmen Ojeda y a una niña de tres años de edad.
La muerte de Quelino fue como “un balde de agua fría”, para la señora Ana María y Reynaldo Cruz, el matrimonio que apoyó al joven después de que padeciera el accidente hace más de un año, ya que esperaban tener noticias de su mejoría y no del deceso.
Los también originarios de Oaxaca dijeron para Nuevo Siglo, estar consternados y dolidos por el triste final que tuvo. “Me siento triste, porque teníamos fe en que lo veríamos, por lo menos levantado de cama o en silla de ruedas, pero al recibir la noticia de que falleció me causó mucho dolor”, dijo la señora Ana María, quien conoció a Quelino en el Hospital.
La señora Cruz también expreso “lamento que se haya cometido esa injusticia con él porque quizás si no lo hubieran sacado estaría aun vivo, porque a pesar de que estaba en su tierra, allá no tuvo los cuidados suficientes.
Reynaldo Cruz dijo que el caso de Quelino esta en manos de la organización MALDEF, que estudia el procedimiento de demanda contra el hospital, Christ. La organización esta viendo lo que procede en ese aspecto, mientras que también el Consulado de México estudia la demanda laboral.
A través de “Amigos Unidos por Quelino”, se recaudó dinero en diversos eventos y se organizó una kermes para lo cual se pudo mandar $4, 970, para apoyo los gastos de su funeral.
Quelino Ojeda Jiménez, calló de un techo en el que trabajaba como empleado de una compañía especializada y después de que fuera hospitalizado se determinó que quedaría completamente paralítico, por lo cual fue “dado de alta”, sacado del hospital y transportado a México, todo ello sin el consentimiento de sus familiares ni del Consulado General de México en Chicago.
Se culpa de tan sospechosa “deportación” tanto al hospital como al abogado y al consulado general que no actuó con la debida energía para impedir que se lo llevaran a México el 22 de diciembre del; 2010, a solo unos días de haber sufrido el accidente.
Los restos de Quelino recibieron cristiana sepultura el martes, en su natal Santiago Ocotepec, Oaxaca.