La dictadura comunista que gobierna Cuba es real, como reales son las cárceles con políticos, activistas, periodistas y escritores presos por expresar públicamente, ya sea de viva voz, o con sus acciones o escritos, que no están de acuerdo con el gobierno de los hermanos Fidel y Raúl Castro.
No obstante que la rivalidad anticomunista es generada principalmente en los Estados Unidos, en este mismo país se carece del conocimiento general de la Cuba bajo una dictadura que no puede desaparecer ni con el embargo comercial contra el gobierno, que afecta más al pueblo cubano que a sus gobernantes, menos aun con la creación de una idea romántica, y digamos, “cultural” que muchos tienen de sus gobernantes.
Aquellas entrevistas realizadas por Bárbara Walters a Fidel con un glamour impropio de lo que realmente hacía el dictador –y hace- fueron solo una parte pequeña de lo que tanto ha desvirtuado el flagelo del pueblo cubano, creando al mismo tiempo, una idea distorsionada de lo que ha estado pasando desde hace más de 50 años.
La ignorancia del Oswaldo “Ozzie” Guillen, quien dijo que ama a Fidel Castro “porque se ha mantenido tanto tiempo en el poder” es solo un dato más del concepto injustamente sofisticado en torno a una nación que, una vez caída bajo las garras de una dictadura sanguinaria, le ha sido imposible cambiar de gobierno.
El impacto de las recientes declaraciones del ex-manager de la Medias Blancas, (quien se disculpó por lo expresado) puede ser de consecuencias mayores para él, porque dirige ahora a los Marlins de Miami, ciudad llamada por los cubanos radicados en Estados Unidos, “Capital del Exilio Cubano”.
No obstante, y por desgracia, el romanticismo y lo sofisticado en torno a la dictadura comunista de los hermanos Castro continuará en otras formas y expresiones como hasta la fecha, lo declarado por “Ozzie” es uno de tantos ejemplos.