Las elecciones presidenciales se llevarán a cabo dentro de 13 meses y hasta la fecha, dos muy buenos candidatos republicanos, Marco Rubio y Jeb Bush, continúan adelante en las encuestas y otros más, podrían salirse de la contienda.
Mientras que Ted Cruz es de los que continúan a la baja, Rubio y Bush siguen como los más aceptables aspirantes, lo que ha quedado comprobado con las declaraciones de Donald Trump, el más anti-latino de los candidatos, quien ha llamado “Clown y boy” a Rubio y criticado a Bush por hablar español en las ciudades de la frontera del sur.
Rubio y Bush han actuado con calma ante los ataques de Trump y se han desarrollando en forma excelente en los debates mientras que en los mismos, Trump se comporta como un “bully” de tercer grado.
Conocemos los orígenes de Bush, casado con una excelente inmigrante mexicana, así como de Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, mientras que Trump, quien se decía de padres escoceses, es realmente de madre sueca y padre alemán, aunque sus mismos progenitores se decían suecos para no despertar sentimientos anti-alemanes durante la Primera y Segunda Guerra mundial.
Cuando Trump nos insulta al demandar que hablemos solamente inglés y ataca a Marco Rubio y a Jeb Bush, no solamente ataca a dos formidables candidatos, también nos ataca a nosotros.