El público latino de Chicago es, como el de México y el del resto de América Latina, admirador y seguidor del Chavo del 8, personaje obra de Roberto Gómez Bolaños, quien con un sencillo humor ha cautivado durante dos generaciones, no solamente al público infantil sino también a buena parte de los adultos.
Con los grandes éxitos de Bolaños, al igual que de otros comediantes mexicanos como Eugenio Derbez y don Mario Moreno Reyes, se ha comprobado una y mil veces que se puede ser gracioso, entretener y causar muchas rizas, sin acudir al doble sentido, a los chistes sobre sexo que lo que hacen muchas veces es degradar a la mujer y al ser humano en general.
Los anglosajones propietarios de esta industria en cadenas de radio y televisión, han creído que los latinos de los estados Unidos, no nos enteramos de lo que nos dan y si acaso lo saben, fingen ignorancia para darnos lo peor y lo más barato que se pueda producir o repetir.
Talento latino lo hay y no solo en México, además la comedia y los chistes no solo tienen que ver con el sexo y la burla cómica contra quienes padecen una inhabilidad física o mental. Si citamos aquí al Chavo, a Derbez, a Cantinflas, Los Polivoces y a Viruta y Capulina, el talento no se acaba ahí, no obstante ellos han dejado escuela que irá de generación en generación.
Lo que afortunadamente no dura, pero perjudica y atrasa, es la vulgaridad de chistes baratos que para los latinos de este país abundan más desde que naciera la industria de las cadenas de radio y televisión que no son hispanas, sino gringas.
Al insulto con la presentación de programillas con personajes que se deshacen por demostrar que pueden ser circo y maroma, se agrega el desprecio al talento latino y al respeto que merece el público de habla hispana que de sobra sabe lo que es bueno para pasarla bien con buenos programas y de paso, reírse un poco junto con sus hijos.