El Presidente Barack Obama se refirió el martes a la reforma migratoria como un instrumento para el crecimiento económico, dijo que es cuando la gente que llega a los Estados Unidos “ve realizados sus sueños, al estudiar, inventar, contribuir a la cultura, dijo que los inmigrantes hacen al país un lugar muy atractivo para los negocios y para crear empleos”. Tal vez hizo muy bien su referencia al caso, pero los activistas invitados al Congreso esa noche estaba ahí para decirles a todos: “ya, háganlo”.
El año pasado el Senado aprobó una incluyente legislación bipartidista rechazado por la Cámara Baja que hoy prepara su versión, lo que eventualmente podría convertirse en la esperada ley que el Presidente podría firmar al terminar el año, pero para ciertos republicanos, este último, representa un argumento para estancarla, sin embargo su líder, John Boehner sabe que ha llegado el tiempo de componer el roto sistema de inmigración. Los republicanos parecen haber entendido el mensaje después de las elecciones del 2012 cuando Obama se llevó el 70 por ciento de los votos latinos, ante lo cual el Senado se puso a trabajar y pasó una extensiva reforma migratoria, para asegurar la frontera, reestructurar el sistema de visas y en encargarse de los 11 millones de indocumentados. No hay duda, ahora, más que nunca, hay lugar para un compromiso que acabará con los obstáculos que llevan décadas para lograr una reforma migratoria.
You must be logged in to post a comment Login