El congresista Luis Gutiérrez llegó al Congreso para quedarse, 20 años después de su salto de la legislatura municipal, a la federal hay todavía Gutiérrez para varios años más.
Hace tres años, cuando hablaba de retirarse causó conmoción en el mundillo de los políticos latinos de Chicago, pero entonces los jerarcas del Partido Demócrata y varios líderes latinos de esta localidad, le pidieron que continuara, que con la presidencia de Barack Obama encontraría eco sus peticiones y demandas.
Poco encontró en Obama el otrora “Gallito” de Humboldt Park, pero su cruzada por la legalización de millones de inmigrantes indocumentados, la mayoría de ellos mexicanos, lo tiene tan distraído que ha pensado poco en su jubilación.
Es lógico pensar que su popularidad entre los puertorriqueños haya bajado notablemente pero poco le preocupa al congresista puertorriqueño, que sabe que sus tareas más urgentes las tiene en la comunidad mexicana que, después de todo, es la que ocupa en la actualidad un 70 por ciento de la población de su distrito.
Es un político sagaz, como pocos en la historia de Chicago; en la década pasada, destacados mexicanos, dos de ellos abogados con un considerable apoyo, le hicieron poca mella en dos elecciones y hoy hay quienes ya ni intentan quitarle el puesto.
Se puede hablar de una investigación del FBI y de otras supuestas manchas de ilegalidad pero Luis sigue muy campante como representante federal, después de que la semana pasada los legisladores estatales no produjeran otro nuevo distrito para los latinos y disidieran dejar el Cuarto Distrito como está, y que es el mismo que representa Luis Gutiérrez desde 1991.
Dos nuevos distritos federales pudieran haber para los latinos tras el censo del 2020, mientras tanto, el sentimiento latino del Medio Oeste en el Congreso, continuará representado por este destacado boricua.