“El Niño de la Caja”, es tal vez, el misterio más siniestro en la historia de los Estados Unidos. El 25 de Febrero de 1957, el cuerpo desnudo de un niño de entre 4 y 6 años de edad fue encontrado dentro de una simple caja de cartón en el barrio de Fox Chase en Philadelphia Pennsylvania. El cuerpo estaba envuelto en una cobija delgada y dentro de una caja para cuna de bebé comprada en la JC Penney.

Un estudiante universitario reportó haber encontrado el cuerpo del desafortunado niño, que sin que nadie se diera cuenta llevaba por lo menos tres días de haber sido tirado. Inmediatamente circularon fotos del rostro del chiquillo por toda la ciudad de Philadelphia, incluso su rostro había sido impreso en todos los recibos del gas con la esperanza de que alguien lo reconociera. Tristemente y hasta nuestros días el caso del ‘Niño de la Caja’ sigue sin ser resuelto y peor aún, nunca se ha sabido su identidad.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades no se encontraron pruebas suficientes para seguir con la investigación. Ni siquiera al indagar una casa cuna donde se encontraron cobijas similares a las del niño abandonado, los empleados y personal interrogado negaron saber algo del niño.

Casi cincuenta años después, en el 2002 una solitaria mujer entró al departamento de policía de Philadelphia y contó una extraña historia. Afirmaba que el niño en vida llevó el nombre de Jonathan y que había sido vendido por sus padres a la madre de ella en 1954. Después de dos años de abusos de todo tipo, el niño había sido golpeado en el estómago, lo que le provocó vómito, esto encolerizó aún más a la desquiciada mujer quien lo azotó contra el piso provocándole la muerte.

Enseguida lo trasquiló cortándole el pelo y lo metió envuelto en la cobija para irlo a tirar. A orilla de la banqueta encontró una caja vacía y en ella dispuso del cuerpo. Lo curioso es que el niño fue hallado precisamente trasquilado, prueba suficiente para continuar la investigación. La policía no volvió a saber de la misteriosa mujer y al investigar su residencia, se dieron cuenta que ella no vivía allí. Los inquilinos negaron saber algo de ella. Los restos del ‘Niño de la Caja’ fueron exhumados en 1998 para tratar de obtener rastros de DNA pero a pesar de los avances de la ciencia moderna y de las comunicaciones, el misterio aún está por resolver.