NSN.- Durante muchas años, por lo menos durante de una década, los integrantes de una unidad inspectora del Departamento de Bomberos de Chicago estuvieron cobrando más gasolina de la que gastaban en sus automóviles al recorrer la ciudad.

Se estima que son 54 los bomberos implicados en la falsificación de gastos por concepto de gasolina, según la investigación realizada desde el 2007 cuando se empezaron a colectar evidencias sobre los falsos reportes.

Tan acostumbrados estaban en cobrar de más que lo comentaban abiertamente y se sorprendieron al ser marcados como candidatos a ser despedidos a raíz de la investigación realizada por el inspector general del gobierno de Chicago, Joseph Ferguson. Varios de los acusados habrían estado cometiendo el fraude casi desde que ingresaron al Departamento de Bomberos.

Según Ferguson, los oficiales integrantes del Fire Prevention Bureau, llegaron a obtener en total más de $100,000 dólares al año, como fue el caso en el 2009, al reportar  más millas de las que realmente transitaban al visitar casas, edificios y otros inmuebles como parte de su trabajo para prevenir incendios. Ferguson ha pedido el despido de todos los 54.

Se trata de bomberos veteranos unos de alto rango como es el caso del vice comisionado Nick Rusel y su segundo de abordo en el Buró, Sal Márquez, quien como uno de los supervisores ejercía una leve presión de disciplina sobre sus subalternos. Ferguson ha pedido que ambos sean despedidos.

Se da como seguro de que el alcalde Rahm Emanuel, en una campaña de ahorrar fondos municipales con el despido de empleados, podría estar de acuerdo con el Inspector General y hacer ninguno de los implicados regresen a sus puestos, o por otra parte, llenar esas vacantes con oficiales negros o latinos que desde hace años está en la lista de espera para formar parte del Departamento.