Michael Jerome Corbitt, llegó a ser el jefe de policía de Willow Springs, IL, y asociado de la poderosa mafia de Sal Bastone, Sam Giancana y Joe Accardo. Michael Corbitt nació en Chicago y a pesar de haber crecido bajo una estricta disciplina católica, su vida estaba destinada a servir al crimen. Después de ser ladrón de esquina, pasó a formar parte de una pandilla juvenil donde destacó por ser el más listo y despiadado.
La mafia lo contrató para ser mandadero, luego cobrador y después de un tiempo fue encargado de una estación de servicio que era manejada por el crimen organizado. Fue el propio jefe mafioso Sam Giancana quien le ofreció a Corbitt infiltrarse al departamento de policía de Willow Springs. Después de aceptar el reto, Giancana le dijo: “Solo acuérdate muchacho… quienes son tus amigos”.
Dos días después, Michael J. Corbitt fue inducido bajo juramento al cuerpo de policía siendo alcalde de la ciudad el político mafioso Doc Rust. Años más tarde Corbitt pagó muy caro el error de haber participado en el asesinato de Diane Masters a manos de su esposo el desquiciado Alan Masters. Al ser encontrado culpable, Corbitt fue a prisión y durante su encierro escribió un libro titulado ‘The Cop Who Was a Mobster’ y también fue testigo esencial en el juicio contra el crimen organizado. Las siguientes extracciones son de su libro: ‘En la mafia si te equivocas, te matan. No te corren ni te mandan a otro departamento, te eliminan y ya. Yo sobreviví por aplicar la técnica de cubrir mi trasero y culpar a otro. Cuando el FBI me decía ‘testigo protegido’, yo me reía… nadie te puede proteger de la mafia. Todo estaba a su alcance.
En los ochentas, la mafia estaba fuera de control. Ya no había ejecuciones discretas o bajo la oscuridad de la noche, mataban a plena luz del día’. ‘Los mafiosos consumían más droga que nadie. La policía de Chicago era parte de la mafia. Jueces, comandantes, capitanes, abogados… todos estaban en la nómina de la mafia. Todos tenían un precio. Cada mañana aparecían cadáveres en las banquetas, no sabías cuando te iba a tocar’…Michael J. Corbitt murió de cáncer a la edad de 60 años en el año 2004.