Si en la sociedad estadounidense en general apenas inicia el debate sobre establecimiento de baños, para estudiantes de diferente orientación sexual, en el sector latino del país pasarán años para que se vea más claro el panorama y entonces establecer baños para estudiantes que, son homosexuales, bisexuales, trans-género y demás.

En un programa de una hora transmitido el pasado domingo, moderado por Greg DeLaMore, veterano periodista de la estación WBBM de Chicago, éste reconoció al final, que nada quedaba claro, que ninguna solución ideal se había visto con dos de sus invitados.

Hay, como luego se dice, muchas “preguntas sin respuestas”, en el debate que ha surgido, por las demandas de que las escuelas secundarias (High Schools) provean sanitarios, no solo a estudiantes que siendo varones, se sienten “incómodos” el entrar al baño de los hombres o si son hembras no se sienten seguras en el baño de las mujeres.

El sentido de seguridad también es exigido por estudiantes heterosexuales que no verían bien que alguien que diga “sentirse” del sexo opuesto comparta instalaciones sanitarias a uno o dos pies de distancia.

Una de las invitadas de DeLaMore, exponía una posible situación en la cual un estudiante heterosexual o sea “normal”, se vista de mujer para entrar al baño de las mujeres con intenciones malsanas.

La exigencia de baños “neutrales” es especialmente problemática para la administración escolar que debe invertir decenas de miles de dólares en instalaciones sanitarias para satisfacer las necesidades de una minoría relativamente muy pequeña.

Compasión, tacto y mucho sentido común, harán falta en el futuro para satisfacer necesidades cada vez mayores en una sociedad que debe avanzar sin ignorar la dignidad de una minoría que, por pequeña que sea, tiene derechos.

 

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