Tres de cada cinco individuos acusados de pasar ilegalmente inmigrares indocumentados la frontera, son ciudadanos de los Estados Unidos y según la publicación Pittsburg Tribune-Review, entre 2013 y 2014 se produjeron 3, 254 fallos de culpabilidad en su contra en cortes de Texas, Nuevo México, Arizona y California.

El clásico coyote es americano, blanco de descendencia hispana, de alrededor de 34 años, de escasa preparación académica, según lo publicado por el Tribune-Review, en una serie de reportajes sobre el tráfico de indocumentados en la frontera entre Estados Unidos y México, la mayoría están desempleados y se ocupan de esta forma.

Cuatro de cada cinco coyotes han sido declarados culpables de transportar inmigrantes o servir de “chequeadores” o vigilantes, para avisar de la ausencia o presencia de vehículos federales para facilitar el tránsito, se les paga mejor por ser americanos y por el peligro de su trabajo.

También son americanos quienes transportan a los inmigrantes a casas especiales y ganan $500 dólares por cada persona que ayuda a esconder, los mexicanos y los centroamericanos, que hacen el mismo trabajo, solo ganan $155.

La afectividad del gobierno en la vigilancia fronteriza ha hecho que el 90 por ciento de los inmigrantes paguen más para entrar ilegalmente, lo que convierte este tráfico humano en un negocio de billones de dólares, según la Organización de las Naciones Unidas.