El mundo no se acabó el pasado sábado, Cristo no llegó, y los falsos profetas de los que tanto se nos advierte en la misma Biblia, quedaron, una vez más, en ridículo.
El predicador protestante Harold Camping, de California, fue otro más de tantos que logra fama –tal vez su único objetivo- con esta predicción a la cual muchos le han apostado a través de los siglos y otros más seguirán haciéndolo en el futuro, basados en cálculos de la numerología bíblica que, si bien tiene significados prácticos, están lejos de ajustarse a los designios divinos.
Debido a que continúa habiendo individuos que interpretan la Biblia a su manera, sin consultar, sin tomar las adecuadas clases necesarias, mucho menos consultar con expertos en historia universal y en idiomas y costumbres de los tiempos en los que fueron escritos estos libros sagrados, continuarán surgiendo individuos, que dicen saber, cuando realmente no saben nada de la Biblia, por eso inventan y predican a su manera y aquí tenemos los resultados, anunciar la venida de Jesús que, si va a ocurrir, nadie sabe cuándo. Cristo mismo dijo que el día en que el mundo llegue a su fin, nadie lo sabe y nos dice “estad preparados”.
Ignorancia y oportunismo, es lo que causa que nunca falten estas predicciones como ocurrió al inicio del año 2000, con un milenio que inicia cuando hay plena información de lo que ocurre en todo el mundo. En el año 900, cuentan los historiadores, se inició un siglo oscuro para el progreso las artes y la cultura porque nadie aspiraba a nada, no había proyectos debido a la creencia de que el mundo acabaría al llegar el año 1000.
Hay expertos, verdaderos estudiosos de la Biblia y sus significados que creen que Cristo, según los evangelistas como Mateo, se refería al fin del mundo personal, que a cada uno nos llegará, irremediablemente, y tenerlo presente es lo que más importa para bien de nuestra conducta y de la relación con nuestras familias, es el fin del que sí estamos seguros que va a ocurrir.
Me molesta que se informe sobre lo que anuncian estos charlatanes que se las ingenian con tanta palabrería hueca y se salen con la suya porque, después de este fracaso del sábado (uno de tantos) continuarán engañando a gente buena e inocente.
Desgraciadamente, la ignorancia abunda más que el conocimiento y la preparación, por eso hay gente muy buena y crédula, a la cual continuarán engañando estos merolicos, muchos apantallando con la Biblia en la mano, libros que no saben leer porque para leerlos hay que saber lo que dicen realmente sus palabras. Es que la Biblia esta llena de valiosas enseñanzas para la vida que muestra en forma de parábolas, metáforas y perícopas que, por no saber, muchos interpretan mal, o a su conveniencia.
El fin del mundo es real y llega todos los días para la gente que muere, el fin del mundo se ve hoy en las guerras, en los hospitales, en los accidentes de tránsito, en asesinatos, fines personales de cada quien, nuestro encuentro con Dios y su justicia, es el fin de nuestra vida para lo cual debemos prepararnos.
El juicio final es un tema importante pero nadie de su fecha, no obstante, es utilizado desde hace si-glos sólo para llamar la atención por falsos predicadores o para asustar, engañar y lucrar.