Cuentan que la biblioteca de Peoria, es uno de los lugares más malditos en el estado de Illinois. Según la leyenda, allá por 1830, una mujer de pocas palabras mandó construir una hermosa casa de madera. Al poco tiempo un sobrino vino a vivir con ella, el pariente no dejaba de meterse en problemas hasta que un día, llegaron los notarios para cobrarle varias facturas.
Los acreedores exigían el pronto pago siendo que el sobrino había dejado la casa en prenda. A pesar del esfuerzo, la mujer perdió su patrimonio no sin antes poner una maldición contra quienes ocuparan la propiedad. A los pocos días el sobrino incómodo apareció muerto flotando en el río y la mala fortuna ha caído sobre quienes han ocupado la casa incluyendo a un ex-gobernador del estado.
En 1894 la propiedad fue comprada por la ciudad de Peoria y se construyó la biblioteca de la cual, los tres primeros directores murieron bajo extrañas circunstancias. En 1966, se construyó una nueva y moderna biblioteca pero no mucho cambió ya que las misteriosas manifestaciones seguían. Los empleados reportan voces extrañas, corrientes de aire frío y más de una persona afirma haber consultado y comentado acerca de libros con personas ya fallecidas. Aunque usted no lo crea.
En el pequeño pueblo de Collinsville, Illinois, se encuentra Lebanon Road, en cuyo recorrido se cruzan siete puentes de ferrocarril. Según la leyenda los siete puentes son conocidos como las ‘Siete Puertas del Infierno’ y quien atraviese el último puente en punto de la medianoche será transportado hasta el averno como ya sucedió hace cuatro décadas cuando una pareja se atrevió a cruzar el umbral a lo desconocido y desde ese día no se les volvió a ver. Los puentes se encuentran deteriorados y llenos de grafitti y tal vez sean más peligrosos de día que de noche pero… Usted se atrevería a cruzar el último puente a la medianoche..?
Los relatos del Manteno State Hospital, del mítico Cuba Road en Lake Zurich y el Cementerio de Greenwood de Decatur Illinois son también interesantes, pero al escribir esto son las dos de la mañana y ya me dio miedo.