NSN.- Maestros y maestras de la escuela primaria María Saucedo de La Villita y de la primaria Drummond, no dieron el martes las pruebas del ISAT a sus respectivos alumnos, en protesta contra el llamado Illinois Standards Achievement Test, ampliamente conocido por sus siglas ISAT, por considerarlo “innecesario”.

La protesta se realizó a pesar de que la superintendente de las Escuelas Públicas de Chicago, Barbara Bird-Bennett, había dicho que los maestros participantes en esa protesta podrían perder su licencia como tales.

` No obstante, las decenas de maestros de ambas escuelas cuentan con el apoyo de los padres de familia que se han sumado, expresando su apoyo con carteles y pancartas por fuera de las escuelas. Un grupo de maestros de la escuela Saucedo, dijo que las pruebas sólo causan ansiedad en los estudiantes. Más de la mitad de los estudiantes de la escuela primaria de La Villita ubicada en el Marshall Boulevard y la calle 24th, dijeron que no harían dicho prueba a sus alumnos.

El sindicato de los maestros apoya a sus integrantes. Al entregar a los padres de familia que iban a dejar sus niñas a Saucedo, les entregaron notas indicando que los resultados de las pruebas del ISAT no son utilizados para graduar a los estudiantes ni para calificar el trabajo de los maestros, sin embargo, los maestros podrían ser sancionados con la cancelación de su certificado por parte de la Junta Escolar de Chicago.

Sonia Flores, una madre con un hijo en la primaria Saucedo, dijo que apoya a los maestros “por mis hijos, por los hombres y las mujeres que están empezando su educación. No lo hago por mi, sino por todos los demás”.

Sarah Chambers, maestra del 5º grado, dijo que la mayoría de los 40 maestros que apoyan el boycott desde un principio, sostuvieron su palabra y no dieron el ISAT a sus estudiantes. Los que si acataron las órdenes de las autoridades escolares, repartieron las formas para la prueba de los estudiantes y quienes no lo quisieron tomar se les permitió permanecer en el salón leyendo un libro.

Los estudiantes que optaron por presentar la prueba lo hicieron después de haber presentado una aprobación de sus padres, pero Chambers y otra maestra, Cassie Creswell, que se oponen a la Prueba, dijeron que los padres habían estado recibiendo mensajes automáticos de texto urgiéndoles que sus hijos debían de tonar la prueba y que inclusive quienes no iban a presentar la prueba, habían recibido el panfleto del ISAT.

Rosalia Tzintzun, dijo que su hermana menor que cursa el cuarto grado, no presentaría la prueba pero que sus padres recibieron un mensaje indicándoles que la prueba era una forma de calificar el progreso del trabajo de los maestros. María Gómez, quien tiene a su nieto en la escuela, dijo que no presentaría la prueba y que había unos 10 guardias a la entrada de la escuela.

La directora de María Saucedo, Isamar Vargas Colón, no quiso hablar con la prensa ni contestar nuestras o llamadas el mismo martes. Una semana antes del boycott, la Junta de Educación de Illinois envió a CPS, una carta en la cual recordaba a los Administradores de las escuelas de Chicago sobre el requisito de aplicar el ISAT obligado por leyes estatales y federales y que se arriesgaban a perder fondos del estado y federales si se negaban a hacer esa prueba a los estudiantes.