La nominada por el presidente Barack Obama para embajadora de Estados Unidos en México, será la primera mujer en casi dos siglos que se han estado enviando embajadores al vecino país.

Pero María Echaveste, cuenta también con la distinción que sus amigaos y colegas encuentran aún más relevante dado el actual momento político: es hija de inmigrantes mexicanos, creció en los campos agrícolas de Texas y California.

Echaveste, estudió antropología en la Universidad de Stanford y cuenta con una graneo en leyes de la Universidad de Berkerly, se desempeñó como abogada para varias corporaciones así como en el Departamento del Trabajo y como sub-jefa del gabinete del presidente Bill Clinton. Ha sido profesora y consultante, pero ha sido su envolvimiento con México y las controversias actuales sobre la inmigración lo que ha generado gran interés en su nominación.

“Para mí, ella representa el futuro” ha dicho Rafael Hernández de Castro Medina, profesor de relaciones México-US, de la Universidad de Syracuse, “ella es bilingüe y bicultural, es alguien que ama a México, pero es americana”.

María Echaveste, de 60 años de edad, actúa como ciudadana privada abogando por una reforma migratoria, la misma que repetidamente ha sido bloqueada en el Congreso, ha dicho que el asunto “es algo real, que lastima familias”.

Es la mayor de siete hijos, nació en el pueblo fronterizo de Harlingen, Tex. y recién estaba cuando su familia se fue a radicar a Clovis, California, cerca de Fresno. Sus padres ingresaron como parte del llamado “Programa Bracero” un arreglo internacional con México para proveer al país de mano de obra mientras que estados Unidos entraba a la Segunda Guerra Mundial.

Ha escrito sobre la importancia de los trabajadores inmigrantes. “¿Qué es lo que hay en esto del cuidado de niños, de asear la casa y del trabajo, en la producción de alimentos, que permite que la sociedad tome esas ocupaciones como invisibles, o cuando menos poco importantes que el del técnico del software, el agente de seguros u otra ocupación que le da grandeza a nuestra sociedad?, dijo Echaveste en un ensayo del 2009 sobre el trabajo de la mujer inmigrante. “Nuestra economía del siglo XXI, está cada vez mas basada en el creciente sector de servicios y es por eso que debemos proponernos a valorar el trabajo de la mujer, especialmente el trabajo de la mujer inmigrante”.

Hay quienes no están tan entusiasmados sobre su nominación. En una columna de Leon Krauze, publicada esta semana en El universal titulada “The Mystery of Echaveste”, se cuestiona las credenciales de Echaveste, indica que no es una diplomática de carrera o una académica. “Parece que su principal mérito es, a) ser hija de inmigrantes y b) ser mujer hispana”, escribió Krauze, quien agregó: “es una vergüenza. Un embajador de Washington no tienen que venir a llenar una cuota”.

El saliente embajador es Anthony Wayne, diplomático de carrera que trabajó en la embajada americana en Kabul, antes de llegar a México, había navegado en difíciles casos de relaciones; el anterior a él fue Carlos Pascal a quien se le quitó el puesto a petición de Felipe Calderón.

Durante su carrera política, Echaveste ha sido aliada de consultante, con paga, de Hillary Clinton, quien al llegar a la Secretaria de Estado la nombró “representante especial” ante el gobierno de Bolivia en el 2009, después de que el presidente Evo Morales expulsara al embajador de Estados Unidos.
Echaveste, está casada con Christopher Edley, quien fuera maestro de Leyes de Obama en Harvard. Edley fue también decano de la escuela de leyes de Berkerly hasta el año pasado. La madre de Echaveste vive en México.

Si su nominación es confirmada, se enfrentará al manejo de una de las embajadas más grandes con que cuenta este país en bel mundo. Hay millones de mexicanos viviendo en los Estados Unidos y se cuenta con un intercambio comercial diario de más de un billón de dólares entre los dos países.
Muchos que la apoyan, creen que será aprobada en el Senado, pero hay quienes están un poco pesimistas ante las elecciones de medio término que se realizarán en noviembre, o con la acción presidencial sobre inmigración que podrían producir obstáculos.