NSN.-“Se construirá el templo”, dijo el padre Esequiel Sánchez el miércoles pasado, en una amplia entrevista con Nuevo Siglo, a solo cuatro días de haber llegado al Santuario del Cerrito del Tepeyac, como nuevo rector de ese centro del fervor guadalupano.
Reafirmando su compromiso sobre el trabajo en el proyecto de la construcción, reconoció una serie de circunstancias que hacen complejo, no solo la construcción del templo, sino la operación del santuario, ubicado en terrenos de la arquidiócesis donde aún se cuenta con el centro de cuidado juvenil Maryville.
Al contestar preguntas sobre lo que costará construir la iglesia, dijo ignorarlo. “No lo sé, acabo de llegar aquí. El santuario, el cerrito, es algo complejo porque tiene muchos años y lo que lo hace complejo es la unidad entre Maryville y el cerrito y no fue sino hasta el año 2013 cuando el cardenal George declaró, por fin, que esto era un santuario”, no obstante que la veneración ahí a la Virgen de Guadalupe data desde principios de los 90’s. En 1997 Monseñor Esteban Martínez, de la Basílica de la Virgen de Guadalupe, trajo tierra del Cerro del Tepeyac y la extendió en el lugar donde ahora está la imagen.
El padre Sánchez ocupa el puesto que tenía el Rev. Marco Mercado quien fue cesado de sus funciones el año pasado. La rectoría del cerrito había estado en forma interina bajo los cuidados del padre Adán Sandoval.
El proyecto de la construcción de una basílica, en opinión del Rev. Sánchez, “iba muy rápido, hubo apresuramientos, y tal vez por eso no se vieron obstáculos, como la falta de una infraestructura, tenemos el lugar pero no tiene infraestructura, como drenaje, agua…”. El prefiere referirse al plan de “un templo” más que de una basílica. Sobre su antecesor sólo dijo que se enteró de la salida del Padre Mercado “por la televisión, eso me preocupó y aún me duele”.
Reafirma su compromiso para que haya transparencia y participación a través de un concejo formado por fieles de diferentes partes del área de Chicago, dijo que será transparente con los fieles en todo lo relacionado a las funciones del Santuario de la Virgen de Guadalupe, cuya imagen está a la intemperie con la necesidad de elevar carpas para proteger la mayor cantidad de feligreses durante las misas.
Al abundar sobre el proyecto de la construcción, dijo que, “vamos andar despacio pero seguros. Hay dinero y es dinero de la feligresía y se debe invertir en forma realista. La ventaja que hay aquí es que no se le debe nada a la Arquidiócesis, como muchas parroquias”.
El Padre Sánchez, ordenado en 1995, es de los sacerdotes más conocidos de la Arquidiócesis, ha ocupado puestos de párroco en Cicero y en Chicago, el más reciente, en San Bede, en el sur de la ciudad, de donde en forma sorpresiva fue transferido hace tres semanas al Cerrito de Des Plaines.
“Yo pensaba que el Arzobispo me llamaba para ver lo de un posible cambio de vicario, porque el que tenía ya llevaba tres años conmigo…Pero cuando voy, me dice el Arzobispo Cupich, se trata de ti y fue cuando dijo que quería que me hiciera cargo del Cerrito del Tepeyac”, lo que sorprendió y entristeció a los fieles de San Bede, cuyo consuelo es el de que no se va tan lejos. “Me dijeron: nos duele que te vayas, pero sabemos que allá también te necesitan”.
Para satisfacer las necesidades de los visitantes que acuden de toda el área de Chicago y de diferentes partes del país, principalmente de Indiana, Wisconsin y Iowa, hay una misa diaria a las 7:00 p.m. y siete misas los domingos, seis de ellas en español, para las cuales cuenta semanalmente con el apoyo de otros sacerdotes.
Las fiestas guadalupanas de diciembre representan un reto de coordinación y organización, el pasado 12 de diciembre había temperaturas muy agradables y llegaron al Cerrito poco más de 500 mil fieles, multitudes que en el pasado han causado reacciones airadas del gobierno de Des Plaines, tanto, que llegó a exigir que la Iglesia Católica pagara decenas de miles de dólares de los gastos de vigilancia para lo cual se emplean diariamente decenas de policías.
El Padre Esequiel dijo que el gobierno ha visto que la llegada de peregrinos, “representa también un beneficio comercial para el área y que ahora las relaciones son buenas. Lo que faltaba era comunicación y ahora vamos a negociar”.
El Santuario tiene como dirección oficial 1170 N. River Rd, al norte del suburbio de Des Plaines, al noroeste de Chicago, y la Virgen está en el centro de un complejo de antiguos edificios, unos en desuso, de lo que fuera Maryville y abarca patios, estacionamientos y jardines, todo con entrada por la Central Rd. que va de este a oeste.
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