Por David Ignatius

¿Qué pasa, que a menos de un año de que Barack Obama ganara convincentemente la reelección, cada una de sus acciones causa ataques y críticas provenientes de todo el ambiente político?

Tal vez si su política con Siria ha reflejado “una incompetencia épica”, como opinaba Charles Krauthammer la semana pasada. Quizá tiene una “increíble pequeña presidencia” como Marc Thiessen comentó, o que no le tienen miedo a Obama como Ruth Marcus dijo, y son sólo ejemplos de las opiniones e de mis colegas en el Washington Post.

Lo que es inexplicable de esta Obamafovia, es que los recientes acontecimientos sobre Siria han sido generalmente positivos desde el punto de vista de los intereses de Estados Unidos,

Obama ha tenido logros que la mayoría de los americanos quieren, dado el desagradable menú de opciones. Las encuestas sugieren que el público apoya en forma abrumadora el curso que la presidencia de Obama ha tomado. En una encuesta de ABC-Post se pregunta a los americanos si apoyan el plan de Rusia de desmantelar el armamento químico de Siria como una alternativa a un ataque y el 79 por ciento opinó afirmativamente.

Aún así la opinión de la élite periodística es muy negativa. He aquí como de desmadeja el caso Siria:

+Rusia ha sido atraído al proceso de destruir el arsenal químico de Siria, lo que ha sido la meta de Estados Unidos durante los últimos dos años, lo que ha dado resultado después de que Obama amenazara con castigar a Siria si los rusos no lo hacían.

+La ONU ha tomado nuevos pasos para aplicar normas internacionales sobre el uso de armas químicas y el reporte de 41 páginas mostrado por el secretario general, Ban Ki-moon, no es ningún chistecito como unos decían, se trata de un sorprendente documento de terror sobre lo ocurrido el 21 de agosto.

+Estados Unidos y Rusia están presionando porque haya negociaciones en Ginebra con el fin de que se haga un cese al fuego en Siria y que haya en el país una transición política con la posible salida de Bashar al-Assad.

+Entre todo este quehacer diplomático, Obama ha seguido presionando para que se provea un programa de asistencia y entrenamiento a las fuerzas sirias de resistencia encabezadas por el general Salim Idriss.