NSN.- Después de informar que se entrevistará con Mitt Romney, para trabajar unidos por el progreso de los Estados Unidos, el presidente Barack Obama, aseguró que “lo mejor está por llegar” para su país, durante su discurso de victoria en Chicago, arropado por su mujer y sus hijas.
“La tarea de mejorar nuestra unión sigue adelante”, subrayó al hablar ante poco más de 10,000 seguidores que habían permanecido varias horas en espera de verlo y escucharlo en el centro de convenciones McCormick Place de Chicago, eran las 12:35 de la madrugada del miércoles. Obama dio las gracias a todos los votantes, a los que lo apoyaron en 2008 y a los que lo han hecho ahora por primera vez, por haber creído en él.
“Los he escuchado, he aprendido de ustedes y me han convertido en un mejor presidente”, destacó Obama y prometió continuar en la Casa Blanca “más determinado e inspirado que nunca” y entre las tareas pendientes, tras una década de guerra en Irak que llegó a su fin, citó la reforma del sistema de inmigración, la reducción del déficit y la reforma del código para los impuestos.
También afirmó que está deseando poder sentarse con el perdedor de estas elecciones, el republicano Mitt Romney, para dialogar sobre cómo trabajar juntos para “mover al país hacia adelante” y felicitarlo por su campaña, porque “nunca he estado más esperanzado sobre nuestro futuro, sobre Estados Unidos. Les pido que mantengan esa esperanza”, declaró. Tuvo palabras cariñosas para su familia, presente con él en el escenario. “Michelle, nunca te he amado más”, le dijo a su esposa.
En su discurso de 20 minutos, el presidente instó a los estadounidenses a que se unan y afirmó que va a trabajar con los líderes de ambos partidos para mejorar la educación, impulsar la innovación, reducir el déficit y contrarrestar el calentamiento global.
Sobre sus hijas, Sasha y Malia, dijo: “están creciendo para convertirse en dos fuertes, inteligentes y guapas mujeres, como su madre”. Obama ganó la reelección con 303 votos electorales, una cifra más holgada de lo que apuntaban los pronósticos, y tras imponerse en casi todos los estados claves frente a Romney quien obtuvo 206.
En el voto popular, el Presidente obtuvo casi 60 millones de votos, con más de dos millones y medio que su contrincante, 59 725,608 frente a los 57 098,650 de Romney.
“Deseamos entregar un país más seguro y respetado y admirado en el mundo entero. Una nación que sea defendida por los más poderosos militares sobre la tierra y las mejores tropas que este mundo haya conocido”, agregó. Hizo referencia a las víctimas de la súper tormenta “Sandy” y a la fuerza naval especial, que dio muerte a Osama Bin Laden.
“Este país tiene una riqueza mayor que cualquier otra nación, pero eso no es lo que constituye nuestra riqueza”, destacó. “Tenemos el mayor poderío militar de la historia pero eso no es lo que nos hace fuertes. Nuestras universidades, nuestra cultura son la envidia del mundo eso no es lo que hace que el mundo llegue a nuestra tierra”. Nuestra principal riqueza es la creencia de que nuestro destino está compartido, de que este país sólo trabaja cuando acepta ciertas obligaciones mutuas”, añadió.
Mientras miles de voces amenazaban con interrumpirlo al coro de “¡¡¡Four more years!!!” El presidente agregó: “esta noche, en esta elección, ustedes, el pueblo americano, me hacen recordar que, cuando el camino se hace difícil, cuando la jornada es muy larga, nos hemos levantado luchando para abrirnos camino sabiendo en nuestros corazones que para los Estados Unidos de América, lo bueno está por venir”
Nacido en Hawai en 1961 y creado por unos años en Indonesia, fue por siete años representante de la parte pobre del sur de la ciudad de Chicago en el Senado de Illinois. En 2005 fue elegido para el Senado estadounidense, y gracias a su carisma y elocuencia, se convirtió en el favorito de los medios de comunicación.
Cuatro años más tarde, a los 47 años de edad, coronó su ascenso meteórico al instalarse en la Casa Blanca con su esposa Michelle y sus dos hijas, luego de haber derrotado en las primarias demócratas a la favorita Hillary Clinton y en las presidenciales al veterano republicano John McCain.
Ambiciosa reforma del seguro de salud
Estados Unidos eligió “la esperanza sobre el miedo”, dijo Obama tras prestar juramento el 20 de enero de 2009 frente a unos dos millones de personas congregadas en el centro de Washington, y ese mismo año, y tal vez por las expectativas generadas en todo el mundo, Obama fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
Pero el ejercicio del poder ha resultado a veces frustrante para este abogado y profesor de Derecho Constitucional graduado en Harvard, sobre todo desde que la Cámara de Representantes fue conquistada a fines de 2010 por los republicanos que promovían los recortes de gastos sin aumentar impuestos.
No obstante, Obama ostenta un balance respetable, en el que se halla la reforma del seguro de salud. Pero el desempleo sigue estando 2,8 puntos porcentuales superior, previo a la crisis, mientras que la deuda del Estado federal aumentó en más de la mitad desde el 2009.
Si bien se convirtió en el primer presidente estadounidense en apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo y puso fin al tabú de la homosexualidad en el ejército, no logró una reforma migratoria en este país donde viven más de 11 millones de residentes indocumentados.
En política exterior, Obama, quien cobró notoriedad con un discurso contra la guerra en Irak, cumplió en 2011 su promesa de retirar a los soldados estadounidenses de ese país. En cambio, en Afganistán, triplicó en menos de un año el contingente militar, en un intento por relanzar la lucha contra Al Qaida, un esfuerzo que también persiguió en Pakistán, donde obtuvo su triunfo más importante: la eliminación de Osama Bin Laden en mayo de 2011.
Pero no pudo avanzar para acabar el conflicto entre israelíes y palestinos en el contexto de una “primavera árabe” que buscó encarar a distancia y un aumento de las tensiones con Irán por su programa nuclear. A ese contexto se suman las relaciones difíciles que mantiene con China y Rusia.
Si la llegada de un negro al más alto cargo de la primera potencia mundial, 150 años después del fin de la esclavitud y cinco décadas después de las leyes sobre derechos civiles ha sido calificada como un hecho histórico, Obama, con más canas que hace cuatro años, se las ingenia para parecer un individuo común.
Al presidente se le puede ver frecuentemente jugando golf, bebiendo una cerveza o paseando a su perro, y tiene como punto de honor el interrumpir su jornada de trabajo para cenar con su esposa Michelle, con quien se casó hace 20 años, y sus hijas Malia, de 14 años, y Sasha, de 11.
El presidente volverá a tomar posición este 20 de enero.
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